El talento detrás de Alpine
Autos. Desde hace un año, el trabajo de la mexicana es fundamental en el ensamblaje mecánico y de chasis en la escudería francesa de la Fórmula 1
El pensar en la Fórmula 1 no estaba en los planes de la mexicana Dalia Ramos cuando salió de la universidad, pero el deseo de estudiar una maestría que la llevó a Inglaterra, la inició -sin saberlo- en lo que sería su preparación para llegar a la máxima categoría del automovilismo profesional.
Hoy, Dalia encabeza al equipo de Build y Test de Alpine, y es una de las cuatro mujeres en este departamento en la fábrica de Enstone, Reino Unido, en donde tiene a su cargo el proceso de ensamblaje mecánico (partes internas, caja de velocidades, sistema de gasolina, frenos), el ensamble de chasis, además de las pruebas mecánicas de los compuestos y la coordinación de envío de piezas al circuito, así como su recepción para mantenimiento y servicio.
“Si soy sincera, la Fórmula 1 no era algo que imaginara en donde pudiera trabajar, siempre me han encantado los autos, siempre quise hacer autos, pero busqué retos. Decidí salirme del área aeroespacial y empecé a ver autos de lujo y cosas así. Pero llegó la Formula 1, la cima de la ingeniería, y fue el tiempo correcto para el equipo y para mí”, dijo la ingeniera mexicana en entrevista con MILENIO -La Afición.
Tú eres una de las pocas mujeres involucradas en la Fórmula 1 y además tienes la misión de cambiar las cosas...
La F1 es un deporte que ha sido creado para hombres y por hombres, pero eso no quiere decir que no podamos cambiarlo y tampoco quiere decir que ellos no quieran cambiarlo; ahorita hay un impulso muy grande en las escuderías y la F1 para traer más talento femenino y en general la diversidad. En la empresa, por ejemplo, han lanzado Rac(H)er, que es una iniciativa para atraer más mujeres a los deportes del automovilismo. Se dieron cuenta que la diversidad significa eficiencia y mejor rendimiento en todos los aspectos.
¿Te genera presión estar a la cabeza de estos cambios? Creo que sí es mucha presión, pero es una presión con la que estoy acostumbrada a vivir y trabajar. A simple vista parece que no son tan difíciles los retos; sin embargo, creo que son muy sutiles y al final del día te das cuenta que estás trabajando el doble por demostrar quién eres, para ganarte la credibilidad y respeto. Sí, me ha tocado esforzarme más a lo largo de mi carrera, pero gracias a Dios he logrado retos importantes y eso me da la confianza. Pero sí es una presión extra que no creo que todos mis colegas tengan. A final del día, es algo a lo que me he acostumbrado y cuando miro atrás me doy cuenta que mis triunfos son aún más grandes.
¿Cuáles son los cambios que has hecho?
Hubo una reestructura en el equipo y decidieron que querían hacer las cosas diferentes, que este equipo solía ganar campeonatos hace 15 años y de repente se estaban quedando atrás, entonces dijeron ‘tenemos que cambiar’. Ahí fue donde llegué yo. Siempre había querido estar en un lugar donde pudiera dejar mi huella, cambiar la cultura de una manera positiva. Honestamente desde que llegué no me han dicho a nada que no; los cambios cuestan
Delia Ramos, con el monoplaza de Alpine.
“Al final del día, es algo a lo que me he acostumbrado y cuando miro atrás me doy cuenta que mis triunfos son aún más grandes”
“Desde que llegué no me han dicho a nada que no, los cambios cuestan trabajo y no son tan rápidos como uno quisiera, pero afortunadamente tengo el apoyo”
Dalia Ramos
Ingeniera mexicana