¡Ya comenzaron las “expropiaciones”!
Lo menos que puede decirse es que la legalidad no representa un valor para la 4T
La diferencia más determinante entre México y los países que han alcanzado un mayor desarrollo económico es la solidez que tiene el entramado legal, en aquellas tierras, y la falta de certezas jurídicas que sobrellevamos aquí. La ley es el fundamento mismo de la vida civilizada y gracias a la obligatoriedad de la letra escrita en las Cartas Magnas de las naciones es que las personas pueden moverse por el ancho mundo sin temer, en principio, los embates de la injusticia.
En las antiguas tribus imperaba la palabra del más brutal de los sujetos y en las sociedades del Medievo los siervos eran avasallados por una casta de señores feudales que desconocían los más mínimos derechos.
Los nostálgicos del pasado añoran tiempos remotos porque desconocen selectivamente la realidad de la escalofriante violencia que ha tenido lugar en tantas y tantas épocas de la historia humana. El relato de nuestra especie no es casi otra cosa que un recuento de atrocidades e injusticias de principio a fin.
La invención de códigos se volvió absolutamente necesaria para garantizar el progreso de las sociedades y el proceso civilizatorio se ha apuntalado precisamente en el respeto a la ley. El gran tema, para la nación mexicana, sería entonces que la legalidad fuere un principio tan irrenunciable como dominante en los hechos: legalidad para acabar con la delincuencia; legalidad para que no sigan las violaciones a los derechos humanos; legalidad para que no sean incendiados coches y camiones en las calles; legalidad para que los ciudadanos no sufran extorsiones, secuestros y asesinatos; legalidad para que los contratos se respeten; legalidad para que las personas puedan defenderse del poder del Estado; legalidad para asegurar inversiones y crecimiento económico; legalidad para vivir en paz…
Lo menos que puede decirse en la coyuntura que estamos viviendo esquela legalidad no representa un valor para el régimen de la 4T. La última embestida contra el orden legal, luego de recurrentes desacato sala mismísima Constitución, es la amenaza de la FGR de “expropiar” varios inmuebles en la zona de Santa Fe, en la capital del país. El propósito es despojar a los propietarios sin pago alguno. Y eso, mientras los delincuentes le plantan cara al mismísimo Estado. Ah…