Conflicto por el maíz transgénico
Cuidado con las multas del T-MEC.
México consume más de 44 millones de toneladas de maíz al año e importa 17.5 millones de este producto, dado que la producción ha disminuido por el alto costo de los fertilizantes y en particular por la legislación que impiden el uso del glifosato. O sea, ahora importamos en lo que éramos famosos, pero:
Llegaron los ambienta listas radicales, afirmando que produce trastornos genéticos a largo plazo y que dañará la vida de nuestros hijos y, por ende, se ha prohibido en el país y entonces ni producimos, ni permitimos el ingreso del maíz transgénico, que es casi el 40% de lo que necesitamos.
Hace muchos años, cuando el gobernador Natividad auspiciaba los Congresos Internacionales de Biotecnología, invitamos a investigadores de todo el mundo.
En un evento de esos, dentro de un panel que duró casi todo el día, participaron expertos de las Naciones Unidas y del mismo Monsanto. La conclusión de los grandes prohombres de la ciencia de los alimentos fue que no había pruebas de que el maíztra ns génico hacía daño y que la transgenicidad es un proceso normal, porque el maíz de los aztecas no se parece al actual y porque los cultivos no pueden estar aislados, pues los vientos mueven las semillas y además se van adaptando al ambiente diferente y a los cambios climáticos.
Esas conclusiones fueron reportadas a nivel internacional y Monsanto siguió produciendo, EUA siguió produciendo, los países civilizados siguieron haciendo crecer maíz transgénico y de los mil millones de desnutridos que había, se redujo el 30%, porque se permitió la producción basada en las nuevas tecnologías.
En México está prohibido, a pesar de que no hay pruebas de que sea maligno. Pero lo que sí sabemos es lo que puede suceder si se da preferencia a las empresas locales sobre las extranjeras y se prohíbe la importación de maíz. Tendremos multas que van a sobrepasar los 20 mil millones de dólares, según el TMEC, imponiendo estos castigos tanto en recursos, como en aranceles, que pueden dificultar mucho más nuestra ya muy menguada productividad y desarrollo económico.
Descartes: Pienso, luego existo… Estamos navegando en el siglo XX y se nos olvida que ya estamos en el siglo XXI.
Se concluyó que la transgenicidad es un proceso normal