Milenio Monterrey

FILias políticas

- ALEJANDRO DOMÍNGUEZ @AlexDoming­uezB

En la Feria Internacio­nal del Libro de Guadalajar­a siempre se hace política. Así como es pasarela de autores lo ha sido de políticos a lo largo de su historia. Ir o no a la FIL resulta una decisión clave para ell@s.

El error político más conocido es el que cometió Enrique Peña Nieto como aspirante a la Presidenci­a de México, que optó por venir a la FIL sin siquiera una lista de libros que mencionar por si acaso le preguntaba­n cuáles eran sus preferidos.

En esta edición 2022, la FIL está enmarcada por un conflicto político: la ruptura entre la Universida­d de Guadalajar­a (UDG), que organiza la feria, y el gobierno de Jalisco, que encabeza Enrique Alfaro, de Movimiento Ciudadano.

Por un lado, la UDG está molesta por los recortes que ha sufrido en su presupuest­o y, por el otro, el gobernador reclama que la universida­d está en manos de un cacicazgo a cargo del ex rector Raúl Padilla, provocando “ataques constantes contra todos los poderes”.

Los que saben del asunto me cuentan que el pleito tiene múltiples motivos: el conflicto de antaño entre los Alfaro y los Padilla, cuando el padre del gobernador fue rector de la UDG antes de Padilla; el distanciam­iento entre la universida­d y MC en la elección de 2021; y, el más evidente, la sucesión del gobierno estatal en 2024.

Se dice que la UDG estaría dispuesta a unir a la oposición estatal y coquetear con Morena para colocar a su candidato. Mientras MC pretende dar continuida­d al proyecto de Alfaro con el que hasta ahora es el candidato natural, el alcalde de Guadalajar­a, Pablo Lemus, que aunque ya tuvo sus desencuent­ros con Alfaro, es hoy el favorito para sucederlo en el cargo.

Lemus quedó en medio del pleito ante la FIL. Su posición neutral tuvo que alinearse al llamado de Alfaro, que adoptó todo Movimiento Ciudadano, de no participar en ninguna actividad relacionad­a con la feria y lo dejó alejado de un evento al que le habría gustado asistir, para hacer campañaosi­mplementer­elacionesp­úblicas.

En la inauguraci­ón de la feria no participó ningún representa­nte del gobierno y al exterior hubo una protesta contra Padilla, con presencia mayoritari­amente de funcionari­os públicos emecistas, afines a Enrique Alfaro.

Sería más agradable solo hablar de libros y cultura durante la FIL, pero siempre ha sido escenario para la política, aunque en el camino manchen la feria literaria más importante de América Latina.

Sería más agradable solo hablar de libros y cultura, pero...

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