Lanzan plan para desarrollar nuevas vacunas en 100 días
Prevención. La Coalición para las Innovaciones en la Preparación para Epidemias realizó una investigación profunda y consultó con todos los sectores involucrados
las economías asiáticas. Se proyecta que la británica y la alemana se contraigan un poco, mientras que las de la eurozona y de EU solo crecerán 0.5 por ciento.
En cuarto lugar, aunque no sorprende que este es un panorama triste, podría ser mucho peor. Las perspectivas energéticas son en sí mismasmuyinciertas,conunriesgo sustancial de que las reservas de gas en Europa sean menores el próximo invierno que en el de este año, especialmente si los inviernos sonfríosolasimportacionesdegas naturallicuadosonmuyreducidas. Elalzadelastasasdeinteréspuede desencadenarmásagitaciónfinanciera y una recesión más profunda de lo que se proyecta ahora. La escasez de alimentos puede provocar en los países en desarrollo una angustiamayoralaesperada,especialmente en un entorno financiero restrictivo.
La opinión de la OCDE, que comparto, es que los bancos centrales no deben considerar un pico de inflación como señal de que su trabajo está hecho. Es esencial que la ésta vuelva a estar bajo control. En este contexto, también es vital que la política fiscal se dirija a apoyar a los más afectados por los altos precios de la energía. Igual de importante es el impulso a la ampliación de la oferta de renovables y la mejora de su eficiencia. Este es el “frente interno” en el conflicto de Europa con Rusia.
Pero incluso esto es una imagen incompleta. Otros elementos son los posibles acontecimientos en la misma guerra de Ucrania y lo que se necesita para llevarla a un buen final. Otro más es cómo escapará China de la trampa de su política de “covid cero”. Por último, pero no por eso menos importante, es encontrar la forma de ayudar a los países en desarrollo a superar sus inminentes problemas financieros, al tiempo que se apoya su transición climática.
Debemos analizar dentro de los silos, y al mismo tiempo hacerlo sistémicamente entre ellos. Hay quedarcréditoalaOCDEquecreó en 2012 la unidad llamada Nuevos Enfoques de los Desafíos Económicos (NAEC, por su sigla en inglés) para dicho fin, que en su informe más reciente señala que debemos analizar las interacciones entre los acontecimientos sociales, económicos, políticos, geopolíticos, sanitarios y ambientales al abordarlosretosqueenfrentamos.
Este enfoque es difícil. Está destinado a irritar a los expertos que trabajan cómodamente en sus silos. Pero desde la crisis financiera, y especialmente los últimos tres años, quedó claro que esa estrechez de miras es una locura.
Pero, ¿qué hacen con la NAEC? Algunos dicen que la están cerr ando. Esto sería un error, si no es buena, hay que mejorarla. El mundo que conocemos ahora no se divide en silos nítidos. Nuestra forma de pensar tampoco debe hacerlo.
Se proponen combatir cualquier virus que amenace con volverse pandémico.
Un plan práctico para desarrollar una vacuna contra un nuevo virus en 100 días —menos de un tercio del tiempo que se requirió para producir las vacunas contra el covid-19 en 2020— lo publicará el miércoles una organización internacional a cargo de la protección contra futuras pandemias.
La Coalición para las Innovaciones en la Preparación para Epidemias (CEPI, por su sigla en inglés) elaboró un plan detallado que demuestra que “la misión de los 100 días no es solo un eslogan o una herramienta para recaudar fondos”, sino una propuesta práctica, afirmó su director ejecutivo, Richard Hatchett. Se preparó mediante una investigación en profundidad y consultas con organismos internacionales de salud, compañías de vacunas, científicos y reguladores.
CEPI, una asociación mundial entre gobiernos, organizaciones benéficas y la industria que se creó en 2017, su objetivo es recaudar 3 mil 500 millones de dólares (mdd) para un programa de cinco años que permitirá al mundo sobrealimentar el desarrollo y la fabricación de vacunas contra cualquier virus con potencial de una pandemia.
“Tenemos compromisos de entre mil 600 y mil 700 millones de dólares hacia los 3 mil 500 mdd y tenemos a la vista quizás otros 800 o mil mdd en compromisos potenciales que todavía no se anuncian públicamente”, destacó Hatchett.
El objetivo es tener una vacuna que supere los ensayos clínicos iniciales y reciba la aprobación para su uso de emergencia en un plazo de 100 días desde que un virus sea reconocido como amenaza pandémica por la comunidad científica y se publique su secuencia genética.
De acuerdo con CEPI, la cifra comparable más rápida para el covid fue de 326 días entre el momento en el que los científicos chinos publicaron el genoma viral de Sars-Cov-2 en enero de 2020 y la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios del Reino Unido aprobó la vacuna de BioNTech/Pfizer en diciembre siguiente.
Al igual que con el covid, el trabajo de desarrollo inicial podría tener que comenzar mucho antes de que un brote de la enfermedad sea reconocido oficialmente como una emergencia sanitaria internacional o una pandemia, dijo Hatchett.
“Una vez que un nuevo patógeno demuestra cierto grado de transmisión entre humanos y algunas pruebas de su gravedad, tiene que hacerse un juicio de valor y hacer algunas cosas de riesgo porque no se puede recuperar el tiempo perdido”, dijo. “Esas primeras inversiones son relativamente pequeñas, de varios millones de dólares, y no te comprometen a gastar cientos de millones el primer día”.
Cepi prevé cinco áreas principales de innovación que serán necesarias para que la misión de los 100 días tenga éxito: crear bibliotecas de prototipos de vacunas para las familias de virus con más probabilidadesdecausarunapandemia; preparar redes de ensayos clínicos que se movilicen muy rápidamente cuando sea necesario; encontrar marcadores biológicos que den una primera señal de la respuesta inmunitaria a una vacuna; establecer instalaciones de biofabricación en todo el mundo que puedan cambiar rápidamenteparafabricarelproductocontra la pandemia; y reforzar la vigilanciamundialdeenfermedades.