Autobiografía instantánea
Cesare Pavese le escribió a la actriz Constance Bowling, su último y fatal amor, esta línea: “Lifeis manydays”. Se necesitan muchos días distintos para crear una existencia, dice Alessia Tagliaventi, muchos días para intentar comprender algo de cómo se puede estar en el mundo y con uno mismo. Me acerco peligrosamente a los 60 años. He visto pasar muchos días, he intentado entender mi lugar en el mundo y saber algo de mí mismo; o sea, señoras y señores, no me cuezo al primer hervor.
Como diría Pessoa: todo empezó con la primera mudanza. Mi madre y mis hermanas metieron los adornos de la casa envueltos en papel periódico y en cajas de fab Roma. Nos íbamos a otro departamento más barato.
¿Puede hacerse una autobiografía en cuatro párrafos? No estaría nada mal que fuera posible, nos ahorraríamos muchas páginas de ésas en las cuales los autores se hacen los interesantes: nací en algún lugar de las entreguerras y cosas así. Mejor digo esto: mi papá leía periódicos con una ansiedad incontrolable; mi mamá, novelas, despacio y sin pausa. Por eso escribo.
A mí no me queda eso del artista adolescente. Me gustaban las muchachas, el futbol y algunos libros. No olvido a los amigos que me hicieron posible. Y la luz: fue niña; fue niño. Sin esas apariciones en el escenario de la vida, nada sería igual. ¿Están de acuerdo?
No sé cómo llegué un día a una reunión que presidía Carlos Barral, pero sé que desde ese momento me dediqué a leer, corregir galeras, escribir contraportadas, hacer las portadillas. Primero Premiá Editora de Libros, luego Nueva Imagen. Suplementos culturales y revistas, sé cosas de eso. Me hice periodista, a mucho orgullo. Escribí cada semana durante años, muchos días, y puedo decirles que mejoré con el tiempo. No sé si mucho, pero mejoré.
Un día me enfermé. No quiero hacerme el interesante de las entreguerras, pero soy un sobreviviente. La fortuna siempre juega con sus dados cargados. Yo tuve suerte. No quiero hacer canciones, pero realmente no sé decirles cómo fue, el caso es que un día ya estaba leyendo sin parar. No tengo una vida muy interesante, pero tengo tramas emocionantes de novelas y cuentos y poemas. Todo esto porque Pavese le escribió a un amor sin futuro “Lifeis many
days” y yo voy que vuelo a los 60.