Médica tradicional, candidata del EZLN para la Presidencia
“Nuestra participación es por la vida, por la reconstitución de nuestros pueblos que han sido golpeados por años; tenemos que buscar una forma para seguir existiendo”, explica
María de Jesús Patricio Martínez buscará participar en la contienda presidencial en 2018. Ayer, Marichuy fue elegida para abanderar la que pretende ser la primera candidatura indígena independiente de México.
Entre rituales tradicionales y canciones populares, Marichuy —como la conocen— fue ungida por aclamación de unos mil 500 indígenas que en un par de días concretaron el diseño de un Concejo de Gobierno.
En una escuela comunitaria en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, la mujer de 57 años fue electa como vocera de ese concejo, lo que la convirtió en automático en su aspirante presidencial para los comicios del próximo año, según el acuerdo del movimiento indígena. Marichuy tiene tres hijos, es médica tradicional gracias a su abuela, de quien heredó los conocimientos. Es originaria de la comunidad nahua de Tuxpan, al sur de Jalisco. Hace 25 años aproximadamente fundó el centro de salud Calli Tecolhuacateca Tochan para atender a los pobladores a través de la herbolaria.
Patricio Martínez ha sido condecorada por el ayuntamiento de Tuxpan por preservar la medicina tradicional y la herbolaria, así como por su vinculación con las comunidades indígenas del país.
También está adscrita a la Unidad de Apoyo a las Comunidades Indígenas de la Coordinación de Vinculación y Servicio Social de la Universidad de Guadalajara.
Es de tez morena, baja de estatura —no llega al 1.60 centímetros—, es seria, reservada, incluso el pantalón de mezclilla y la blusa blanca que usa son discretas en comparación con las prensad que visten otras indígenas, con indumentarias coloridas y que además están cubiertas del rostro con su característico pasamontañas.
Marichuy permaneció tranquila incluso al momento de su nombramiento. El auditorio entero donde se realizó la asamblea no se cansaba de aplaudirla, pero ella se mantuvo detrás de una decena de indígenas y demás representantes. “La Comandancia (General del EZLN) pide permiso a la asamblea para platicar con la compañera y saber qué siente
“Marichuy no se vende, no claudica y no se rinde”, dice el ejército zapatista Al evento también asistieron familiares de los 43 desaparecidos Ayotzinapa
su corazón y si puede hacer ese trabajo. “La comandancia dice: Pensamos que la compañera Marichuy no se vende, no claudica y no se rinde. Como ella se formó dentro del CNI (Congreso Nacional Indígena), eso creemos. “Buscaremos que (su nombre) aparezca en las boletas electorales de 2018”, leyó una integrante del movimiento, para enseguida someter el nombramiento a su aprobación.
Después rindieron protesta los 71 concejales junto con Marichuy, todos juraron seguir los siete principios de lucha “desde abajo y a la izquierda” del CNI y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Se explicaron también los propósitos del Concejo, su organización, cómo funcionará y la forma de vincularse con los sectores sociales del país.
Una fiesta
Todo fue celebración. Aplaudieron, gritaron y vitorearon los representantes indígenas asistentes. Siguieron otros oradores, incluidos los padres de familia de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos.
Luego más festividad: la comandanta Miriam del Ejército Zapatista de Liberación Nacional entregó a Patricio Martínez un par de muñecas zapatista con el puño en alto, “símbolo de lucha”, le recordó. Hasta entonces Marichuy sonrió, incluso posó para la fotografía.
Unos minutos antes, una tribu de Arizona, Estados Unidos, le deseó suerte a través de un ritual que concluyó con la entrega de un bastón con plumas de águila. Nada de esto pudo ser grabado o fotografiado por lo “sagrado” del acto. Después, un poblador de Chenalhó, con guitarra en mano, le cantó a la hoy aspirante presidencial indígena. “Una melodía compuesta especialmente para usted”, le dijo.
Al final la declaratoria: “Nos encontramos en un grave momento de violencia (…) Solo en la resistencia y la rebeldía hemos encontrado los caminos posibles donde podamos seguir viviendo”, enfatizó Maribel, integrante del concejo, quien recibió la última ola de aplausos y concluyó con una nueva convocatoria para el próximo 12 de octubre, a fin de dar seguimiento a las acciones que llevarán a cabo rumbo a 2018.
Hasta entonces ni una palabra de Marichuy, aun cuando algunos indígenas lo pidieron. No sucedió. Solo un grupo pudo escucharla en la conferencia de prensa que se realizó después de las más de dos horas que duró la asamblea para todo el público.
Pero incluso ante los medio de comunicación, Patricio Martínez fue escueta, apenas dirigió un mensaje de no más de cinco minutos. “(Nombramiento) es con el fin de, no tanto trabajar en la cuestión de llevar votos, de ir a sentarnos allá en la silla maliciada, más bien nuestra participación es por la vida, es por la organización, es por esa reconstitución de nuestros pueblos que han sido golpeados por años y años, y creo que ahorita tenemos que buscar una forma para seguir existiendo”, explicó.
Más tarde, el resto de las preguntas fue contestada por los 71 concejales.
Ella es Marichuy, quiere ser la primera mujer en ocupar la Presidencia, y sobre todo, la primera indígena. La respaldan el Congreso Nacional Indígena, integrado por casi 60 pueblos, naciones y tribus originarios, así como el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), y una de sus figuras más representativas, el subcomandante Galeano, antes Marcos, quien una vez aseguró que “el poder pudre la sangre y oscurece el pensamiento.”