Milenio Puebla

“EN UNA MUJER ES DIFERENTE, NO SE PUEDE MANTENER DEL FUTBOL”

Originaria de Villa de Álvarez, Colima, donde vio la luz por vez primera un 14 de agosto de 1989, Wendoline Ortiz Lozano ha sido siempre una apasionada al soccer, mismo que ella practica desde que tiene memoria, allá en una cancha aledaña a su domicilio c

-

Si bien el futbol femenil ha ganado terreno en los últimos años en México, la realidad es que hoy en día pocas son las afortunada­s que pueden vivir de ello, lo que de ninguna manera apaga la pasión que el balompié en las féminas despierta, tal es el caso de la Máster en Nutrición Clínica, mundialist­a Sub 20 en 2008, defensa central de la Selección Femenil Puebla, Wendoline Ortiz.

Originaria de Villa de Álvarez, Colima, donde vio la luz por vez primera un 14 de agosto de 1989, Wendoline Ortiz Lozano ha sido siempre una apasionada al soccer, mismo que ella practica desde que tiene memoria, allá en una cancha aledaña a su domicilio con sus vecinos, donde su destreza con el balón la hizo destacar del resto.

“Por mi casa había puros niños que jugaban futbol, toda mi infancia fue jugar futbol porque no había otra cosa con qué jugar, siempre estuve en contacto con el balón, desde los seis años, de hecho me la vivía en la cancha que estaba cerca de mi casa, a los doce años me vio un entrenador y me dijo que si no quería jugar futbol soccer en un equipo femenil”.

Fue en aquel instante cuando su vida dio un giro importante, pues fue cuando pudo constatar que así como ella, había muchas niñas que compartían su sueño, lo que sin lugar a dudas fue un cambio drástico para bien, donde el roce con niños le ayudó a despuntar prácticame­nte de inmediato.

“Fue un cambio radical porque no había tanto apoyo al futbol femenil, no había tantos equipos consolidad­os, en cuanto a nivel sí me sirvió mucho jugar con niños, porque ellos me exigían más, me trataban como uno más de ellos, no les importaba, me tiraban fuerte, me metían el cuerpo, cuando llegué a jugar con niñas sí hubo un pequeño cambio, porque no todas tenían una preparació­n previa”.

No pasó mucho tiempo para que los ojos de la Selección Nacional se posaran sobre Wendy, que con apenas unos cuantos meses de trabajo con el representa­tivo de su entidad, recibió el llamado para formar parte de la concentrac­ión del tricolor femenil, algo que admite, la tomó enterament­e por sorpresa.

“Todo se fue dando solito, a los doce años yo ni siquiera sabía de la Selección Mexicana, me convocaron cuando tenía doce años, ese mismo año Leonardo Cuéllar me dijo ahora está el proceso con las mayores, pero ya tengo tus datos, al año siguiente, cuando tenía trece inicié mi proceso con Andrea Rodebaugh, desde los trece, hasta los veinte”.

A decir de la propia Ortiz Lozano, el llamado a Selección fue sin duda alguna una de las experienci­as más enriqueced­oras que a ella marcó a temprana edad, pues no sólo le representó el salir por vez primera de casa sin el cobijo de sus padres, sino también el abrirse camino y vivir momentos imborrable­s con eventos y torneos de corte internacio­nal.

“Al momento fue un gran impacto para mi familia, porque con doce años cómo iba a viajar sola a México, aunque no había de qué preocupars­e porque todo estaba bien organizado, sí representó el estar sola por dos meses, estar en México sin ver a mi familia, aunque ellos siempre me apoyaron, sin duda eso me sirvió mucho en la vida. Cuando estuve en Selección, no había categorías menores, tuve que esperar siete años para vivir mi Mundial, el Sub 20, en esos siete años tuvimos muchos encuentros internacio­nales, fui a Cuba, Estados Unidos, Argentina, Chile, siempre en torneos de buen nivel”.

Dentro de todo el proceso, sin lugar a dudas el momento clave, uno de los más especiales para Wendoline, fue su debut con la casaca verde, en un duelo que aún se mantiene fresco en su memoria y que a ella impulsó a luchar por sus sueños, que con el transcurso del tiempo, despertó el interés de disputar una Copa del Mundo.

“Fue un torneo relámpago en Estados Unidos, fue contra Canadá mi primer encuentro internacio­nal. Sí hubo nervios, porque a pesar de que no había un estadio, fue en una cancha sencilla, pero estar compitiend­o por tu país, contra niñas que tienen el mismo objetivo que tú, sí fue un poco desconcert­ante al principio, pero conforme pasó el partido asimilé las cosas, me solté, pero fue clave para agarrar confianza en partidos posteriore­s”. El sueño mundialist­a Su estancia con el tricolor quedó marcada por la cantidad de figuras que a su paso conoció, lo que a ella alimentó como persona y deportista, al saberse parte de una generación importante de futbolista­s, con las que compartió momentos de gran valía, que poco a poco la hicieron formarse también fuera del terreno de acción.

“Fue padre porque conocí a Iris Mora, Fátima Leyva, Maribel Domínguez, que son íconos en el futbol femenil, lo padre fue que ellas entendiero­n su rol de mayores, nosotras íbamos empezando y sí nos daban buenos consejos, no descuidar la escuela, echarle ganas al fut, nos dieron

 ??  ?? Máster en Nutrición Clínica, mundialist­a Sub 20 en 2008, defensa central de la Selección Femenil Puebla, Wendoline Ortiz.
Máster en Nutrición Clínica, mundialist­a Sub 20 en 2008, defensa central de la Selección Femenil Puebla, Wendoline Ortiz.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico