George A. Romero
El director de La noche de los muertos vivientes fue de los precursores de un género que aún mantiene su éxito
Geroge A. Romero, el padre del cine de zombis, falleció a los 77 años; su filme La noche de los muertos vivientes y otras cintas convirtieron a las películas del género en críticas a la sociedad.
Romero murió luego de luchar contra el cáncer de pulmón, informó su familia en un comunicado proporcionado por su representante, Chris Roe. La familia dijo que murió escuchando la música de la cinta TheQuietMan, una de sus películas favoritas, al lado de su esposa Suzanne Desrocher y de su hija Tina Romero.
“Falleció en paz mientras dormía, tras una corta, pero agresiva lucha contra el cáncer de pulmón. Deja una familia muy cariñosa, muchos amigos y un legado cinematográfico que ha sobrevivido y sobrevivirá al paso del tiempo”, afirma el comunicado.
Al director se le atribuye haber reinventado el cine de zombis en 1968 con La noche de los muertos
vivientes. La película fijó los patrones que los imitadores han seguido: los zombis se mueven despacio, buscan carne humana y solo pueden morir con un disparo en la cabeza. Si uno de ellos muerde a un humano, éste muere y se convierte en zombi.
Sin embargo, los muertos vivientes de Romero eran más que simples caníbales. Eran metáforas sobre conformidad, racismo, de la cultura del consumismo, militarización, de diferencias de clases y de otros males sociales. “Los zombis pueden ser lo que sea”, contó Romero en 2008. “Pueden ser una avalancha o un huracán. Es un desastre allá afuera. Las historias son sobre cómo las personas fallan en responder de la manera adecuada. Fallan en abordarlo. Siguen tratando de quedarse donde están, en lugar de reconocer que probablemente sea muy grande para que intentemos mantenerlo. Esa es la parte que siempre he disfrutado”, dijo.
La muerte de Romero fue lamentada inmediatamente por un
amplio espectro de fanáticos del terror y cineastas. Stephen King lo llamó su colaborador favorito: “Nunca habrá otro como tú”. El cineasta mexicano Guillermo del Toro expresó: “La pérdida es tan enorme”. El director inspiró un género que sigue vigente en Hollywood, aunque Romero siempre declaró que se inspiró en la novela Soyleyenda (1954) de Richard Matheson. La noche de los muertos vivientes
se distingue por ser una de las escasas películas de aquella época con un actor afroamericano (Duane Jones) como protagonista.
A Romero siempre le gustaba recordar que, aunque los muertos vivientes vayan siempre relacionados con su nombre, en realidad él escribe “historias humanas”.
“Si te fijas bien los zombis son siempre circunstanciales en mis trabajos. Lo importante son siempre las personas y cómo responden a situaciones a su alrededor”, dijo. “Pero jamás me dejarán rodar otro tipo de historias. El dinero manda”, agregó.
En 1999 la Biblioteca del Congreso introdujo la obra maestra en blanco y negro al Registro Nacional de Películas.