Doger y Lastiri, en la recta final
En espera de cumplir con la ley que obliga a los servidores públicos separarse del cargo 90 días previos a proceso electoral, los principales aspirantes a la candidatura del PRI a la gubernatura, se preparan para cerrar a tambor batiente.
Uno de los aspirantes, Enrique Doger Guerrero, se consolida como una opción en ascenso, pues gana más adeptos entre la nomenclatura priista, incluida la base social de varios de los liderazgos.
El todavía delegado en el estado del IMSS se concentra en una agenda de reuniones con diferentes grupos sociales urbanos y rurales, sin ningún despliegue propagandístico, a diferencia de su correligionario, Juan Carlos Lastiri Quirós.
Tanto en conocimiento como en intención de voto, de acuerdo con varias encuestas aplicadas, ordenadas por ese partido y otros interesados, el ex alcalde de la ciudad capital y ex rector de la UAP logra importantes porcentajes, y lo tiene a la cabeza de las preferencias.
Contrasta el crecimiento de Doger Guerrero con el estancamiento del subsecretario de la Sedatu, a pesar de la millonaria campaña abierta de promoción.
Los estrategas de Lastiri algo deberán hacer, porque confiarse en una eventual nominación de Miguel Ángel Osorio Chong como candidato presidencial no será suficiente. Al final, el abanderado presidencial priista lo que necesita es un candidato a gobernador que le dé votos.
Lastiri no convence a la nomenclatura, incluidos ex gobernadores, pasando por Mario Marín Torres, quien no necesariamente lo ve con buenos ojos.
Doger, por el contrario, empieza a ganar más apoyos, a pesar de no estar ligado a ninguno de los mencionados del PRI como candidatos presidenciales, pero le ha bastado su trayectoria y la alianza que mantiene con el ex dirigente nacional del partido tricolor, Manlio Fabio Beltrones.
Entre los grupos políticos ligados al PAN y al gobierno estatal de coalición, no solo les preocupa, sino que les ocupa el ascenso progresivo del ex alcalde.
Más de uno en el panismo y los partidos coaligados, le apuestan a Lastiri como candidato “a modo” porque disminuye los riesgos, pero con Enrique Doger, la competencia será mayor, y aunque confían en ganarle al ex rector de la UAP, sería con un porcentaje muy cerrado.
¿Qué pasará entonces con Jorge Estefan Chidiac? La respuesta estaría vinculada a la candidatura presidencial en torno a José Antonio Meade, pero de la opción al Senado no está en duda.