“LÓPEZ OBRADOR ES EL ÚNICO QUE DECIDE” El ex líder de Morena en Sinaloa recuerda la imposición del candidato a la gubernatura; “no hay encuesta que valga”, dice
Andrés Manuel López Obrador impuso al candidato. El tabasqueño rechazó que se tratara de un dedazo, y al contrario, sostuvo que el ungido ganó una encuesta que nunca se mostró, que nadie conoció, que no se sabe el equipo que la levantó, ni la metodología que utilizó.
“No estoy hablando de Ciudad de México. Esto sucedió en Sinaloa el año pasado”, aclara, no si ironía, Jaime Palacios, ex presidente en esa entidad de Morena: “Hoy lo de Ricardo Monreal es solo una raya más al tigre”.
En octubre de 2015, López Obrador anunció a Jesús Estrada Ferreiro como promotor de la soberanía nacional, que para fines prácticos se trataba del candidato a la gubernatura para los comicios del año siguiente.
Hasta ese momento, Estrada Ferreiro no había hecho trabajo territorial ni político por Morena en Sinaloa. Se trataba de un “personaje oscuro y de mala fama pública”, cercano a las cúpulas priistas, cuentan ex consejeros estatales y actuales militantes.
Esta designación fue rechazada por el propio Comité Estatal durante una asamblea informativa que realizó el tabasqueño: unos lo enfrentaron abiertamente, otros se salieron del auditorio de la Torre Médica en la Universidad Autónoma de Sinaloa, y los menos aplaudieron.
“Fue una sorpresa para los que construimos el partido en el estado, para los que caminamos, para los que estuvimos convenciendo a la gente. Fuimos víctimas de una “Nos sumamos al partido por el proyecto, no por AMLO, y nos dimos cuenta del embuste”, afirma imposición: Estrada Ferreiro fue un golpeador histórico de la izquierda”, asegura Manuel Barrantes, todavía militante de Morena en Sinaloa.
En aquel evento, relatan, López Obrador lanzó una respuesta conocida, y los acusó de infiltrados del PRI y del gobierno estatal. Luego de unos 10 minutos se marchó del evento.
“Eso se lo dirigió a decenas de sinaloenses que están luchando con él desde hace más de 10 años, aportando su esfuerzo, sus recursos, su tiempo, y con aquella facilidad llega y les dice que son miembros de la mafia en el poder”, evoca Jaime Palacios, ex dirigente estatal de Morena.
Y es que de acuerdo con los entonces consejeros estatales, Estrada Ferreiro, subprocurador de Sinaloa en tiempos del gobernador priista Antonio Toledo, ni siquiera obtuvo los votos suficientes para estar incluido en la terna para la encuesta que marcan los estatutos de Morena.
En la elección interna, Mercedes Murillo tuvo la mayor preferencia, José Antonio Ríos la siguió, y Marco Medrano quedó en tercer lugar. Sin embargo, la mujer que obtuvo mayores simpatías, declinó, y así alcanzó lugar en la encuesta Estrada Ferreiro.
“La decisión es solo de Andrés Manuel, no hay encuesta que val- ga. Cuando nos dice: ‘aquí está la encuesta y Estrada Ferreiro es el mejor posicionado’, nos sorprendió a todos. La encuesta era un papelito que traía en la mano.
“No le creímos, pensó que lo íbamos a aceptar como un acto de fe, pero tenemos experiencia y preparación, y no nos podía engañar”, asegura Palacios, también académico en la Universidad Autónoma de Sinaloa, con maestría en Economía.
Los hoy ex consejeros estatales y algunos todavía militantes de Morena explican que decidieron incursionar en el movimiento del tabasqueño por el proyecto y no por el personaje.
“Lo vengo respaldando desde el desafuero y cuando llega a Sinaloa se hablaba de Morena como un partido diferente. Lo más triste es que con el tiempo nos dimos cuenta que no era más que un embuste”, exclama Alberto Loredo, quien hace unos meses renunció a la militancia de Morena.
Unos meses después de la protesta pública, los 41 integrantes del comité, incluido su entonces presidente, Jaime Palacios, fueron expulsados por la Comisión Nacional de Justicia y Honestidad de Morena. A la par, el candidato Jesús Estrada Ferreiro, obtenía un 3.8 por ciento de la votación para gobernador.
“Sabíamos que Morena no ganaría la gubernatura, pero sí que podía obtener mejores resultados, pero esta imposición dividió a muchos compañeros. Se sacaron mejores resultados para las diputaciones, esa es la mejor muestra”, puntualiza Barrantes, a quien le suspendieron sus derechos partidistas por seis meses por esos hechos.
Lo que a la fecha sucede en Ciudad de México por los cuestionamientos al resultado de la encuesta que ganó Claudia Sheinbaum como coordinadora de organización de Morena no les resultan extraño.
“No es novedad, solamente que yo no soy Ricardo Monreal, él es una figura a escala nacional y atrae mucha atención, pero eso ya nos pasó a nosotros, ya lo vivimos”, afirma Barrantes.
“Desde entonces nos preguntamos cuál es la diferencia con los otros partidos: no hay democracia. Los candidatos aquí hacen la faramalla de la tómbola pero los dirigentes imponen a los candidatos”, abunda Palacios.
Derivado de esta situación, algunos ex consejeros estatales coinciden en que fue decepcionante conocer a López Obrador como dirigente nacional de un partido político.
“Andrés Manuel no tiene un pelo de izquierda. No es un hombre que escucha, es uno que dicta, que ordena, que impone”, enfatiza Palacios.
“(AMLO) nos deja una sensación de decepción, nosotros entramos al proyecto por una ilusión de cambiar al país y construir un partido totalmente diferente”, asevera Humberto Aramberri, ex secretario de Jóvenes de Morena en Sinaloa.
Aramberri tiene 21 años, estudia economía en la Universidad Autónoma de Sinaloa, el año pasado fue de los militantes expulsados.
Unos meses después, Humberto decidió continuar su vida política en el estado por el Partido del Trabajo, el cual anunció ya su alianza con Morena para la elección presidencial del año próximo.
Lo de Monreal es una raya más al tigre, reafirma Palacios. “No es nada raro lo que sucede en Ciudad de México, es lo característico de las decisiones de López Obrador. Esto mismo ha sucedido en 12 estados de la República, donde hay compañeros que manifiestan su inconformidad y les cortan la cabeza”.