Mujeres indígenas, las guardianas de nuestra identidad e historia
C uando éramos pequeñas, nuestras madres nos enseñaron, no solo la historia de nuestra familia, cómo contar el tiempo, las historias que nos formaron como las mujeres que somos ahora. Muchas de las cosas que hacen ahora, les aseguro, son resultado de lo que muchas otras mujeres les enseñaron. Les he dicho antes cómo estoy segura del rol formador y de cohesión que tienen las mujeres en la sociedad, esa es la esencia del trabajo que se realiza en Mujeres Impulsando Sueños.
Este 05 de septiembre se celebró el Día Internacional de la Mujer Indígena. Y no podía haber mejor marco para el reconocimiento de la relevancia de las mujeres como elemento de cohesión social que este día. Si bien las mujeres en nuestras vidas son formadoras de nuestra identidad, las mujeres indígenas son guardianas de la identidad mexicana.
El lenguaje, la historia, lo que nos hace auténticamente mexicanos es enseñado, moldeado y transferido a través de la mujer. Si visitas los mercados, los centros culturales y las escuelas: se puede percibir la mano de las mujeres indígenas en su creación. Desde la comida mundialmente reconocida, hasta los bordados, la artesanía, la música, el mantenimiento de nuestras tradiciones; los dichos, refranes, leyendas y un gran etcétera, son resultado del poder de la presencia de las mujeres indígenas.
El 21.5 por ciento de la población mexicana se considera originaria de pueblos y comunidades indígenas; de este porcentaje, el 50.9 por ciento son mujeres; poco más de la mitad. A pesar de ser el sector de la población más vulnerable, son quienes mantienen mayor relación con el desarrollo de las comunidades donde radican y trabajan. Puedo constatar que son líderes naturales, quienes toman la iniciativa de mejorar las condiciones de vida en sus lugares de residencia.
Reconocerlas y revalorar su papel en nuestra sociedad es de suma importancia para mejorar las oportunidades de acceder a condiciones más dignas de vida. En principio, se debe trabajar para combatir el analfabetismo entre las mujeres indígenas, que alcanza casi a un tercio de este sector de la población. Posteriormente, se deber reconocer su papel como actoras activas generadoras de ingresos familiares. Se estima que, al año, las mujeres indígenas que trabajan generan cerca de 50 mil pesos del ingreso familiar. Si consideramos que 8 de cada 10 indígenas vive muy por debajo de la línea de la pobreza, el ingreso generado por mujeres es de suma importancia para su sostenimiento.
Finalmente, es necesario procurar su acceso a la salud: los servicios básicos de salud, a salud reproductiva y a programas de prevención en la salud. Pues de ellas depende la continuidad de nuestra cultura e identidad nacional.
Los invito a acercarse para conocer más sobre qué estamos haciendo por las mujeres, y cómo queremos acercar las oportunidades de liderazgo y desarrollo a más mujeres, para poder generar un estado más fuerte y que nos permita a todas y a todos vivir mejor.
¡Celebremos a nuestras mujeres indígenas este y todos los días!