TRAGEDIA PRODUCE EMPATÍA ENTRE JÓVENES RESCATISTAS DE LA IBERO
Lo más doloroso fue ver a la gente que seguía desde afuera cómo íbamos recogiendo los escombros de sus casas, cuenta Iván Barbosa, alumno de Derecho
La rapidez con que la sociedad respondió ante la tragedia, el ver a la gente observando cómo recogían los escombros de sus casas y el percibir que pudieron encontrarse entre los afectados, son las imágenes que se quedaron grabadas en la memoria del grupo de rescatistas y voluntarios que se formó entre los estudiantes de la Universidad Iberoamericana (UIA), campus Puebla, tras el terremoto que azotó a la entidad el pasado 19 de septiembre. pertenencias quedaron literalmente bajo miles de escombros y ver cómo la gente está levantando tu casa, cómo vas a recuperar tantas cosas perdidas”, señaló Iván Barbosa Gutiérrez, alumno de la Facultad de Derecho, quien junto con el resto de los integrantes del Consejo Estudiantil movilizó a sus compañeros en esta actividad de ayuda humanitaria.
Con el rostro serio y entrecerrando los ojos, evocó que mientras realizaban esta labor en la localidad de San Antonio Alpanocan, en el municipio de Tochimilco, se les acercaron algunos moradores para solicitarles que les entregaran los objetos que lograron remover de entre los escombros.
“Esto es muy valioso para mí. Por favor, dénmelo”, contó que le dijo un vecino del lugar.
Entre lo que lograron extraer fueron vajillas y muebles. “Algún valor sentimental tendrán esos objetos y por ello los pidieron, porque estaban muy dañados”, añadió.
En tanto, José Miguel Torres Rivas, quien también cursa Derecho, lamentó que en esa comunidad “todo quedó destruido. Como unas cincuenta casas, doce de ellas totalmente”.
Explicó que tras conocer los daños por las redes sociales se organizaron para llevarles víveres a los afectados, pero al llegar y ver la magnitud de los daños se quedaron a retirar las ruinas de lo que hasta hace poco eran los hogares de los lugareños.
“Fuimos aproximadamente unas cuarenta personas. Acudimos en ocho automóviles que nos proporcionó la universidad”, mencionó.
Contaron que en la jornada de rescate estuvieron acompañados por estudiantes del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) campus Puebla y del Instituto Oriente, quienes por su cuenta, también, acudieron a dicho sitio.
Apuntó que en la labor de retiro de los materiales participaron también algunos elementos de Protección Civil y de Seguridad Pública. “Algunas personas nos informaron que la casa del presidente estaba destruida. Nos dijeron, ‘mire usted, esa era la casa del presidente’ mientras nos señalaban un predio lleno de escombros”.
Los alumnos lamentaron que los ciudadanos con menor ingreso económico resultaron más afectados. “Sus casas eran de adobe con techos de lámina sin vigas. Levantabas los escombros y literalmente se te destruían en las manos”.