Viven 11 mil personas alrededor del Atoyac
La contaminación del río representa un gran riesgo para la salud de los pobladores FALTA MAYOR INVESTIGACIÓN Una muestra del agua contiene más de 100 millones de bacterias
El río Atoyac que atraviesa por los estados de Puebla y Tlaxcala, representa un riesgo para la salud de más de 11 mil 140 personas que se encuentran en sus alrededores; sin embargo, faltan recursos tanto para limpiar el afluente como para seguir realizando investigaciones que analicen los daños por el nivel de contaminación.
En el marco del foro “Efectos de la Contaminación de la Cuenca del Río Atoyac en la salud Humana”, convocado por la organización Dale La cara del Atoyac, especialistas coincidieron en que el afluente rebasa los límites permisibles de todo tipo de contaminantes.
Sólo una muestra de 100 mililitros de agua tomada del río arrojó la presencia de más de 100 millones de bacterias, además que se han detectado altos niveles de metales pesados, plomo, arsénico, químicos, plástico y pesticidas que provocan daños a la salud animal y humana.
Al referirse al estudio: “Contaminación Bacteriana en Aguas de Río y Enfermedades Gastrointestinales” publicado en 2017, Alfredo Victoria Moreno, especialista del Instituto Nacional de Salud Pública expuso que por lo menos en seis municipios de Puebla y Tlaxcala se han encontrado enfermedades relacionadas con el agua contaminada por materia fecal.
La región de estudio abarcó los municipios de Nativitas, Santa Apolonia, Teacalco; Tepetitla de Lardizábal y Tetlatlahuca en Tlaxcala; así como San Miguel Xoxtla y Tlaltenango, Puebla.
Como especialista en salud en Cruz Roja, agregó que en San Martín Texmelucan se detectó un repunte de enfermedades como gastroenteritis, dermatitis utópica, infecciones en vías urinarias y conjuntivitis, que si bien no están relacionadas al nivel de contaminación del río, existe la sospecha y “podemos pensar que si estudiamos más ese tipo de enfermedades se pueda hacer una relación causal”.
Comentó que la gente llega a enfermar no de manera directa por el consumo directo, sino porque está expuesta o entra en contacto con aguas subterráneas contaminadas para uso agrícola o en actividades recreativas.
En ese sentido, planteó la necesidad de mayores recursos para investigación y enfrentar retos epidemiológicos.
“La idea es seguir investigando. Estos casos que se han detectado son un antecedente para ver que vale la pena buscar fondos e invertir en el tema a largo plazo”.