Levantarse ante la adversidad: practica la resiliencia
E leanor Roosevelt decía que “nadie puede hacerte sentir inferior sin tu consentimiento”. Se refería a que, muchas veces, pensamos que estamos sobrepasados por las circunstancias o por el poder que sentimos que otras personas ejercen sobre nosotros y nuestras decisiones. Esto nos limita a sentir aquello que estos estímulos externos nos dictan. Esto nos quita libertad y autonomía.
Es cierto que existen muchas circunstancias que determinan desde qué punto podemos tomar decisiones. Tomemos la situación del temblor del pasado 19 de septiembre. Muchas de las personas afectadas han tenido que reacomodar sus decisiones de vida, de acuerdo a lo que sucedió. Por ejemplo, cambiar su situación de vivienda y trabajo para poder reconstruir sus casas. El sismo los puso en diversas circunstancias de vulnerabilidad. No obstante, las decisiones que sí están bajo su control determinan cómo reconstruirán sus vidas y viviendas a partir de esa experiencia.
Así, nosotros muchas veces somos puestos “a prueba”. ¿Cómo enfrentamos y afrontamos diversos escenarios es lo que determina si saldremos vencedores o vencidos?. Eso se llama resiliencia. La capacidad de superar situaciones de estrés, el fracaso, los traumas o las tragedias.
Conozco a mujeres resilientes que ven en cada reto una oportunidad de superación y de crecimiento. Por el contrario, también conozco a personas que se derrotan ante situaciones que parecen superficiales.
Existen cuatro características que he notado en las personas resilientes:
Primero; se conocen a sí mismas, con sus fortalezas y debilidades. Han dedicado tiempo a estudiarse a ellas mismas y saben hasta dónde pueden llegar, y qué batallas perder. Ponen confianza en sus capacidades y son creativas para buscar siempre soluciones a los problemas.
Asimismo, ven oportunidades en cada situación. Buena o mala, la experiencia que se les presenta siempre es un escalón para superarse, saben que siempre hay una luz al final de un oscuro túnel. Como son personas que se conocen, saben que no pueden controlar absolutamente todo lo que pasa.
En cuarto lugar, sus amigos son también personas resilientes y optimistas. Esto no quiere decir que no sean determinados o que no sigan aquello que quieren; sino que saben elegir sus batallas y con quién quieren pelearlas. ¿Conocen a ese grupo de vecinos que siempre se junta para quejarse? Es muy probable que se trate de personas inseguras. Las personas que triunfan ante la adversidad son aquellas que pueden y saben pedir perdón, que toman la vida con humor y pueden poner en perspectiva los conflictos.