Da Vinci reavivó el mercado de arte mundial en el presente año
La subasta de obras como SalvatorMundi sembraron optimismo entre los especialistas
La moderación que parecía imponerse años atrás en el mercado del arte llegó a su fin con un golpe de martillo: en noviembre, la subasta del
SalvatorMundi, de Leonardo da Vinci, por algo más de 450 millones de dólares, no solo dejó sin respiración a la sala de la casa de subastas Christie’s, sino que sacudió todo ese ámbito.
El récord ha hecho que muchos se pregunten cuánto tardarán en superarse barreras como la de los mil millones. Se acabó por hablar en términos como “crepúsculo”, “horas bajas” o “inseguridad” del mercado del arte, pero 2017 ha sido un año especialmente bueno para Christie’s: ha vendido siete de las 10 obras más caras del último año. El consuelo de su competidora Sotheby’s es que fue ella la que vendió la segunda pintura más cara del año, una de Jean-Michel Basquiat (1960-1988), por 110 millones de dólares. Pero la que fuera una gran sensación el pasado mayo se convirtió en una suma más bien modesta con la venta de SalvatorMundi. Según se supo más tarde, el comprador es el príncipe heredero saudí, Mohammad bin Salman bin Abdulaziz Al Saud. “El mercado estadunidense está en una situación maravillosa”, destacó el presidente global de Christie’s, Jussi Pylkkanen. “La gente quiere ver cosas frescas, no las que se vendieron ya tres veces en los últimos 10 años”, asegura, y añade: “El mercado está bien calibrado, con buena energía y por fin está globalizado de verdad”.
Optimista se muestra también el presidente para Europa de Sotheby’s, Philipp Herzog von Württemberg, que asegura que desde 2017 todo ha vuelto a ir sobre ruedas en el negocio de las subastas: en las de impresionistas, modernos y contemporáneos de noviembre en Nueva York, la firma aumentó sus ventas 12 por ciento en relación con 2016. “Estamos totalmente optimistas de cara a 2018”, asegura. “El mercado marcha fabulosamente bien”.
Según Robert Ketterer, también de Sotheby’s Múnich, en Europa el mercado se ha estabilizado considerablemente en comparación con 2016, con menos oferta, pero ventas al alza.
Pese a todos los récords, los expertos llaman a no hacerse demasiadas expectativas. “Las oscilaciones en función de cada artista son extremas”, señala Markus Eisenbeis, de la casa de subastas Van Ham de Colonia, en Alemania. “Rápidamente suben, pero también bajan rápidamente”, explica. Y el interés de los compradores se enfoca cada vez más en los siglos XX y XXI, especialmente en el arte posterior a 1960, señala.