General Electric plantea fraccionar sus negocios
Analiza seccionar las divisiones de equipos para energía, cuidado de la salud y aviación con el fin de desarmar el conglomerado
General Electric, el asediado grupo industrial estadunidense, analiza una nueva fragmentación de su estructura de conglomerado, que incluye posibles empresas derivadas de algunas de sus tres divisiones principales, dijo su director ejecutivo.
John Flannery, quien asumió el mando de GE en agosto pasado, dijo a los analistas en una conferencia que la empresa evalúa las opciones que hay para sus divisiones de equipos de energía, aviación y atención de salud, que “podrían resultar en muchas combinaciones di- ferentes, incluidos activos que operan realmente de manera independiente en cualquiera de nuestras unidades”.
Las compañías derivadas representarían el más reciente paso para desmantelar el extenso conglomerado que se construyó bajo la gestión de Jack Welch, quien dirigió GE de 1981 a 2001.
Flannery dijo que GE se comprometió a pagar 15 mil millones de dólares en los próximos siete años para cubrir los pasivos de los negocios de activos que se vendieron hace más de una década, algo que sorprendió a los inversionistas por el tamaño de los nuevos cargos.
La próxima semana GE presenta su informe de resultados para el cuarto trimestre de 2017, y los pagos significan asumir un cargo de 9 mil 500 mdd antes de impuestos y de 6 mil 200 mdd después de impuestos.
La compañía vendió sus operaciones de seguros entre 2004 y 2006, pero se quedó con una cartera heredada, principalmente en pólizas de cuidado de largo plazo. Una revisión de los pasivos que quedan que se lanzó el año pasado identificó la necesidad de pagos adicionales de 3 mil mdd el próximo mes y 2 mil millones de dólares cada año hasta 2024.
Los cargos son el golpe más reciente para una compañía que batalla como resultado de las desaceleraciones en algunos de sus mercados claves, entre ellos el de equipos de generación de energía y de servicios petroleros. El año pasado, la compañía redujo su dividendo por segunda ocasión desde 1938.
Flannery, quien lucha para cambiar la situación de GE, describió los cargos de seguros como “profundamente decepcionantes” en un momento en que “avanzamos como compañía”.
Dijo que la empresa presentará en primavera una actualización de su propuesta de reestructuración.
Asumir los cargos de los costos de seguros en el último trimestre de 2017 significa evaluar el alivio de una tasa de impuestos corporativos más alta: la tasa principal de impuestos corporativos de Estados Unidos se redujo de 35 por ciento a 21 por ciento en el proyecto de ley que se aprobó poco antes de Navidad, y que entra en vigencia a partir de este año.
La compañía sugirió que no había necesidad de reducir otra vez los dividendos del grupo, pero dijo que los pagos de seguros serán cubiertos por GE Capital, su división de servicios financieros, junto con la ayuda de la ventas de activos.
La mayor parte de GE Capital, que en ocasiones proporcionó más de la mitad de las utilidades del grupo, se vendió bajo el plan de reestructuración lanzado en 2015. Pero el grupo conservó negocios que respaldan sus operaciones industriales, y tiene planes de reducir eso, de 76 mil mdd de activos a finales del año pasado a cerca de 60 mil mdd para finales aseguradora entre 2004 y 2006, pero mantuvo una cartera heredada interés afectaron los rendimientos de las inversiones del grupo del próximo año. GE Capital no pagará dividendos a su grupo matriz “en el futuro inmediato”, dijo la compañía.
La raíz de los problemas de seguros de GE recae en la gestión de Welch, quien alejó al grupo de sus orígenes industriales con una serie de acuerdos ambiciosos, comprando empresas de seguros entre las que se incluyen ERC en 1984 y Life of Virginia.
Jeff Immelt, sucesor de Welch, decidió abandonar el negocio de seguros y dividió algunas operaciones como Genworth Financial en 2004 y vendió ERC en 2006.
Con esos acuerdos logró recaudar 13 mil millones de dólares en efectivo y eliminó un riesgo de 130 mil mdd del balance. Pero para lograr esas condiciones, GE tuvo que mantener en el balance una serie de pasivos de cuidado a largo plazo y de anualidades, y el costo de esas pólizas resultó ser mucho más grande de lo esperado.
Al igual que otras compañías en el negocio de seguros de cuidado a largo plazo, GE quedó atrapada por personas que viven más de lo que se esperaba en la década de 1990 y principios de los años 2000, lo que significó que los costos fueron más altos. Las bajas tasas de interés también afectaron los rendimientos de las inversiones y aumentaron la tensión de la operación de liquidación.
Al revelar los cargos de los seguros, GE también presentó más detalles sobre el impacto esperado de la reducción de impuestos corporativos de Estados Unidos. Tiene planes de asumir un cargo de 3 mil 400 millones de dólares en el cuarto trimestre, lo que refleja la reducción del valor de las pérdidas fiscales y el nuevo cargo sobre las ganancias en el extranjero. Jamie Miller, directora financiera, dijo que esperaba que el efecto neto de efectivo en los próximos años sea “pequeño” y que la tasa de impuestos efectiva se encuentre “de 21 a 25 por ciento” en el largo plazo. Eso será un cargo fiscal más alto de lo que GE pagó durante muchos años.
La firma vendió su Las bajas tasas de