En Chile tras llegada del papa
Francisco pide perdón por los casos de curas pederastas y dice sentir “dolor y vergüenza” por “los daños irreparables”; se reúne en privado con víctimas de esos sacerdotes
Tres iglesias católicas fueron objeto de ataques incendiarios en Chile la madrugada de ayer, horas después de la llegada del papa Francisco a ese país, informaron fuentes oficiales. La policía investiga los incendios con el objetivo de localizar a los autores.
Con esos hechos, suman nueve las capillas católicas que han sido blanco de ataques incendiarios o explosivos desde la semana pasada en Chile. mapuche, que desde hace décadas enfrenta a comunidades indígenas que reclaman tierras ancestrales con empresas forestales o agrícolas.
El papa Francisco, que inició actividades en Santiago durante el primer día de su gira por Chile y Perú, viajará el miércoles a La Araucanía, donde encabezará una misa masiva en Temuco, la capital de la región.
En Puente Alto, un municipio aledaño a Santiago, otro ataque incendiario afectó la parroquia Madre de la Divina Providencia, que resultó con daños de consideración, de acuerdo con las autoridades.
Según vecinos del sector, cinco personas lanzaron bombas incendiarias hacia la puerta exterior del inmueble, además de quemar una bandera chilena y otra del Vaticano.
Otros cuatro templos fueron atacados con bombas incendiarias o explosivas en la madrugada del viernes 12 de enero, en rechazo a la visita papal a Chile, donde Francisco también visitará la ciudad de Iquique, al norte, el próximo jueves.
En esa ocasión los autores de los ataques amenazaron expresamente al pontífice, informó la policía. “Papa Francisco, las próximas bombas serán en tu sotana”, decía un panfleto encontrado junto a una de las iglesias atacadas en el municipio de Estación Central, en Santiago. En sus primeras palabras en Chile, Francisco pidió perdón y dijo sentir “dolor y vergüenza” por “los daños irreparables” causados a niños víctimas de los abusos sexuales por parte del clero. “Me quiero unir a mis hermanos en el episcopado, ya que es justo pedir perdón y apoyar con todas las fuerzas a las víctimas, al mismo tiempo que hemos de empeñarnos para que no se vuelva a repetir”, señaló Francisco. En un momento de duras reivindicaciones por parte del pueblo mapuche, Francisco comenzó su agenda oficial con el discurso a las autoridades chilenas, a quienes pidió que escuchen a los pueblos originarios “frecuentemente olvidados y cuyos derechos necesitan ser atendidos y su cultura cuidada, para que no Pide escuchar a pueblos originarios “olvidados y cuyos derechos necesitan ser atendidos” se pierda la identidad y riqueza de esta nación”.
Respecto al conf licto entre mapuches y empresarios, Francisco entró de lleno en el problema de la explotación de los recursos naturales cuando citó su encíclica Laudato Si y destacó que “la sabiduría de los pueblos originarios puede ser el gran aporte... de ellos podemos aprender que no hay verdadero desarrollo en un pueblo que da la espalda a la tierra”.
Después del almuerzo, el pontífice se encontró en la nunciatura de Santiago con víctimas de sacerdotes pederastas, con quienes se reunió por media hora, informó el portavoz vaticano Greg Burke.
El encuentro fue con un pequeño grupo y tuvo lugar en forma privada, sin que asistiera otro representante de la Iglesia. “Solo el papa y ellos. De este modo han podido contar sus sufrimientos, que les ha escuchado y orado con ellos”, explicó el portavoz.
Burke no quiso dar detalles de los casos de pederastia ni de las víctimas, con el objetivo de respetar su privacidad.
A pesar del acercamiento, activistas siguen pidiendo la destitución del obispo chileno de Osorno, Juan Barros, que fue nombrado por el papa argentino, debido a sus supuestas vinculaciones con el encubrimiento de abusos sexuales del sacerdote Fernando Karadima.