Milenio Puebla

“A LOS FIELES DIFUNTOS”: EL ADIÓS DE DOLORES O’ RIORDAN

- MIRIAM CANALES

Fue encontrada muerta en un hotel de Londres el pasado 15 de enero. Aunque su presencia ya no era tan común como antaño, ha dejado con su banda, The Cranberrie­s, un bagaje de canciones para la posteridad.

46 años son prematuros para la muerte. El caso de la irlandesa Dolores O’Riordan se suma a la modernalis­ta fúnebre conformada por cantantes emblemátic­os, solo que hacía tiempo que no se adhería una figura femenina rockera de alto calibre como Amy Winehouse, en 2011. Hasta el cierre de esta edición no se han revelado las causas oficiales de su deceso, pero se sabía que la intérprete padecía una serie de infortunio­s emocionale­s, como un trastorno bipolar diagnostic­ado hace un par de años, una separación matrimonia­l y una serie de depresione­s y traumas relacionad­os con el abuso infantil. Mientras realizaba unas sesiones de grabación y se hospedaba en una lujosa cadena de hoteles en Park Lane, Londres, su cuerpo fue hallado la mañana del lunes.

A mediados de los noventa, quien escribe estas líneas pasaba su incipiente adolescenc­ia frente a MTV, cuando este canal ostentaba una mejor reputación. Una de las tantas bandas lideradas por mujeres que desfilaban por esas horas vespertina­s tenía un notable diferencia­dor: una morena de cabello corto, mirada penetrante y una peculiar voz rasposa, cuya imagen contrastab­a con la rubia estadunide­nse desbordant­e de sensualida­d. Fue así como canciones como “Salvation” y “When You’re Gone” o “Free To Decide” cautivaron su atención, (provenient­es del disco de 1996, To T he Faith fulD eparted ), que aunque no alcanzó los grandes vuelos de sus antecesore­s: Everybody Else Is Doing It, So Why Can’t We? (1993) y No Need To Argue (1994), fue un mensaje contundent­e para una melómana precoz.

Nacida en Limerick, Irlanda el 6 de septiembre de 1971, Dolores Mary Eileen O’ Riordan Burton provenía de una familia católica de nueve miembros que se dedicaban a la agricultur­a. Desde la infancia demostró que no encajaba con el estereotip­o de una niña promedio, por lo que prefería llevar cabello corto y comportars­e de un modo más afín al de sus hermanos varones. En la escuela fue tachada de “rara” y apodada The girl who writes songs (lachica que escribe canciones), lo que definió su vocación prematura. Siendo ya una adolescent­e, se interesó por la música sacra e incursionó, como muchos otros intérprete­s, en el coro de una iglesia ya influencia­da por grupos y cantantes pop de los ochenta como Duran Duran, The Smiths y Sinead O’ Connor. Fue hasta 1980 que logró concretar su agrupación, The Cranberry Saw Us, que abreviaron como The Cranberrie­s, junto a Fergal Lawler y los hermanos Nick y Noel Hogan. Hoy, es otro de los iconos musicales de Irlanda cuyo arsenal incluye a U2, The Corrs, Enya, Van Morrison, Them, Thin Lizzy, Bob Geldof y recienteme­nte Morrissey and Marshall.

Aunque de O’ Connor se han escrito páginas y páginas sobre su errático estado emocional tanto personal como en escena (esta articulist­a lo atestiguó en un concierto suyo en Londres, por 2015), Dolores no se quedaba atrás, pero ocultaba mejor sus demonios. No llegó a los niveles de delirio y protesta públicos de su antecesora, más bien se imponían sus raíces católicas, que fueron evidentes en el hitazo de 1994, “Zombie” (cuyo cover sigue sonando por doquier con grupos noveles) donde habla sobre los conflictos en Irlanda del Norte entre protestant­es y católicos.

Algunas de las más fuertes cuitas que la aquejaban provenían de 2014: en noviembre de ese año se separó del manager de Duran Duran, Don Burton, quien había sido su marido por 20 años. Según el diario inglés The Independen­t, había perdido la custodia de tres de sus cuatro hijos, quienes emigraron a Canadá con su padre. Ese mismo año tuvo una violenta disputa con el personal de un avión provenient­e de Nueva York y fue arrestada por 24 horas. Su madre Eileen la visitó y la encontró en un estado vulnerable, según otro diario de Limerick.

Lo que es un hecho sombrío es que la muerte también es muy redituable. Al divulgarse la noticia del deceso de la irlandesa, el sitio TMZ.com reveló este lunes que las ventas de discos de The Cranberrie­s por Amazon se habían incrementa­do: “Something Else” (su más reciente entrega), en primer lugar; el sencillo “Linger” en segundo y el álbum solista de Dolores, Are You Listening?, en el tercero. En una de sus entrevista­s al Belfast

Telegraph, ella mencionó, refiriéndo­se a sus hijos: “Ahora me doy cuenta de que la vida no es solo dinero y fama, todo eso es basura. Es el amor todo lo que importa”. A su vez, en su cuenta de Twitter (@DolORiorda­n), había dejado el 3 de enero un mensaje de despedida: “Bye, bye, Gio. We’re off to Ireland…” Pero su historia se truncó por otros rumbos. M

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