s lo que luego luego se nota que está pensando Osorio Chong en la fotografía donde se da el abrazo de Acatempan con el dotorMit, quien aparece casi tan sonriente como después de comerse una torta de pavo con las manos. Se ve que la operación cicatriz no estuvo a la altura de otros tiempos, porque don Miguel Ángel demuestra con su lenguaje corporal que lo llevaron prácticamente a empellones a confirmar que hay unidad y lógica de nado sincronizado: la misma irritación ocular por andar viendo y no ver; el mismo rencor contra Javier Corral por atentar contra el
master de la probidad, Chesarito Duarte; el mismo pensamiento único frente a la oposición: “Ningún chile les embona”.
Como que le faltó un poco de convicción y verosimilitud al ex secre de Gobernachong. A leguas se le notaba más incómodo que la esposa del Bronco-Pony cuando este abre la trompa. Era para que el buen hidalguense trajera un chaleco que en la espalda dijera: “Mit, amigo, el pueblo está contigo”. Así, con convicción y espontaneidad, como le hizo Ricardo Anaya que, aguantándose los ascos, se puso un chaleco perredista, se tomó fotos con los chuchos, que parecen sus guaruras, picándose la panza y solo faltándole envolverse en la bandera del Sol Azteca, cantar su himno en francés y llevar a los niños a la escuela con la Barrales. Eso, por supuesto, no asegura que las
tribus vayan a votar por él (para eso tendría que aventarse un trompo con los porros de Mauricio Toledo, el JJ Rendón del perderé), pero al menos no está haciendo muecas como Osorio. A lo mejor está preocupado porque le pueden aplicar el “ni perdón ni olvido” que ahora enarbola el licenciado Peña en este país donde, por más que te esfuerces, nomás no aplauden (¿no es bonito que don Enrique utilice una frase de la izquierda radical para señalar al líder de la izquierda radical encabezada por “ya sabes quién”?). Ahí tenemos el caso del hermano secreto de Bilbo Bolsón, Virgilio Andrade, que en un acto de buena fe como director del Bansefi, mandó a hacer cientos de tarjetas del Fonden para los damnificados, y ahora lo acusan de hacer transas con esos recursos. O sea, es lógico que ante tamaña operación se generen algunos dislates y clonaciones, que se pierdan algunos dineros y que las víctimas no puedan reconstruir sus vidas como se les prometió, pero no pasa nada. Como siempre, el buen Virgilio estará a la altura de los buenos oficios que exhibió en la Función Pública y, al final, ningún chozno de don Plutarco saldrá lastimado, como las mascotas en las películas.
Hay que tener la dignidad de don Luigi Echeverría, que ante los rumores malsanos sobre su muerte y de que quería escapar del juicio de la Historia por aquel “jueves de Corpus” y la guerra sucia que nunca se lavó en casa, de inmediato demostró que es como Mumm-Ra El Inmortal, de los Thundercats, que ven más allá de lo evidente, pues solo resucitó para poder cobrar su cuota de ex presidente.
Solo me dio frío su calor.