Lalo Rivera pierde
La mañana de ayer, Lalo se sentó a desayunar con Martha Erika y Gali. Minutos después (...) aseguró su permanencia con el PAN
Cuando fue inhabilitado 12 años por la Comisión Inspectora del Congreso del estado de Puebla, con una multa de 25 millones de pesos, que resultó en el embargo de su casa, Eduardo Rivera Pérez, ex alcalde de Puebla, comenzó una cruzada para demostrar que esta sanción, resultado de irregularidades por 400 millones de pesos en su cuenta pública de 2013, era una treta organizada por Rafael Moreno Valle para dejarlo fuera de la contienda electoral de este año. ¿Por qué? Porque desde entonces la simpatía de los electores hacia Lalo marcaba ya una tendencia positiva.
Así, Lalo se movió en redes como pocos. Argumentó su inocencia, sus manos limpias y con la frente en alto peleó contra los morenovallistas, incluido el auditor David Villanueva Lomelí, y el actual gobernador de Puebla, Tony Gali, quienes habían montado un complot para bajarlo de la contienda electoral: “No hay duda, Moreno Valle tiene miedo y por ello utiliza, manipula a las instituciones En Puebla se ocupa la justicia a modo para perseguir a las personas que nos oponemos a los intereses del grupo morenovallista”. Así, las palabras del entonces Lalo Rivera. Un verdadero David, frente a un despiadado Goliat.
Rivera hizo que los rectores de la Udlap, de la Ibero, de la Upaep y de la Anáhuac (el Consorcio Universitario) dieran la cara por él, ¡publicaron una carta con su apoyo!
Pero, qué más da (o quién da más). La mañana de ayer, Lalo se sentó a desayunar con Martha Erika Alonso y con Tony Gali por invitación de este último. Minutos después, con un video perfectamente bien editado, Lalo aseguró su permanencia en Acción Nacional y vía Twitter agradeció a Martha Erika y al gobernador por la charla “constructiva” y por el café con leche, respectivamente.
Ya se sabe entre pasillos (el tiempo lo confirmará) que Lalo va por la alcaldía de Puebla junto con Martha Erika Alonso como fórmula (ella por la gubernatura de Puebla); o sea de la mano de los morenovallistas esos que, según sus palabras, torcieron la ley y manejaron a las instituciones para perjudicarlo.
¿Qué pasó Lalo? ¿Ya no son tan perversos como decías? ¿Todo fue un malentendido? ¿Ahora que vas con ellos de la mano, ya no son los manipuladores de instituciones? O resulta que nunca dejaste de pertenecer a esa clase política de la cual tanto refunfuñaste y desconociste.
Nada de lo que construiste queda Lalo Rivera. Más te hubiera valido lanzarte de independiente o seguir tu lucha con dignidad. La imagen que habías vendido del político diferente se diluyó en ese café con leche. Qué mierda. Resultaste igual.