ESPERAN 3 HORAS PARA COMER UNA MEMELA Poblanos realizaron largas filas en la junta auxiliar de La Resurrección para degustar el emblemático antojito
Hasta 14 toneladas de masa, 6 mil litros de salsa, tonelada y media de queso blanco, 2 toneladas de quesillo, media de frijol, y tonelada y media de cebolla se ocuparon para alimentar a los cerca de 100 mil visitantes que comieron gratis este miércoles en la explanada de la parroquia La Resurrección, en la junta auxiliar del mismo nombre, cuna de las señoras que a diario preparan memelas por toda la ciudad.
La estimación del número de visitantes del presidente auxiliar, Máximo Tetla, indicaba la asistencia superior a los 20 mil pobladores, quienes celebraron la octava edición de esta feria gastronómica.
El 80 por ciento de la población de este lugar vive de vender memelas en alguna esquina, afuera de alguna tienda, bajo el árbol de algún parque, en cualquier lugar de la ciudad. Por ello, en honor al patrono, ofrecen este día su trabajo y los alimentos gratis.
Una fila se formó desde la avenida de acceso hasta el atrio de la parroquia. Hubo quien pasó tres horas formado antes de llegar a alguno de los 50 puestos que se instalaron desde las 4 de la mañana y que permanecieron hasta las 8 de la noche.
Luego de tres horas de espera, la recompensa eran dos, tres o cuatro memelas o las que quisieran comer. Lo único que los comensales pagaron fueron los refrescos y mientras comían, disfrutaban del mariachi, el coro de la iglesia, los bailables o bien podían esperaron el cierre de la Feria, a cargo de la Sonora Dinamita. Tetla afirmó que vender memelas se convirtió en una forma de ganarse la vida para las familias que La Resurrección, frente a la falta de empleo formal o los bajos salarios que predominan, sin embargo, aseguró que la población se siente orgullosa de que por octavo año consecutivo, los poblanos de otras colonias o municipios los visiten.