Aranceles comerciales o cómo perder la reelección en EU
Las imposición de aranceles al aluminio y al acero que despachó el gobierno de Donald Trump para México, Canadá y la Unión Europea recién reflejarán su impacto real en unos dos o tres meses, afirman algunos analistas de comercio internacional. Este es justo el tiempo para las elecciones intermedias en EU, con lo que “se desmorona la posibilidad de una reelección. Con esta decisión, en noviembre perderá mayoría en la Cámara de Representantes y a partir de allí le ponen una camisa de fuerza en el Congreso para aprobar cualquier legislación importante hasta 2020”, explicaba desde Washington un analista que sigue tanto la política como la economía bilateral. Ante la imperiosa necesidad de demostrar
cambios comerciales en el país, la imposición arancelaria buscaba sin dudas empujar a que Canadá y México aceptaran en el río revuelto que generan estas medidas aceptar algunas ideas inaceptables de la renegociación (incluida la posibilidad que se barajaba ayer de separar en dos al tratado y tener dos TLC separados).
Lo cierto es que no son pocos los que comenzaron a ver una escalada en la guerra comercial con la administración Trump, sobre todo por la celeridad con la que México —sobre todo— impuso aranceles cruzados e inició las acciones correspondientes ante la Organización Mundial de Comercio. “Si bien ayer el presidente de EU amenazó con imponer aranceles a productos agropecuarios a sus socios del TLC y a China, lo cierto es que no tiene un vehículo legal para hacerlo a otras importaciones que no sean acero y aluminio. Cualquier otra operación sería una burda violación a la OMC”, explica el especialista.
¿Funcionan estos mecanismos de represalias? ¿Realmente sirve denunciar ante la OMC? Hay ejemplos de que sí: en 2011 México impuso medidas y quejas similares por el caso de autotransporte de carga hasta por mil 400 millones de dólares y EU terminó cediendo y se restableció el acceso a los camiones mexicanos. Algo parecido ocurrió hace cuatro años en una demanda conjunta con Canadá contra el etiquetado de carne de res y el Congreso de EU eliminó la medida. Una de las grandes dudas es si estas acciones unilaterales arancelarias afectan la llegada de IED al país, “la verdad es que no creo a no ser de que haya una amenaza creíble de Trump que saldrá del TLCAN. Es costo político para que lo haga ha subido demasiado en EU, por eso prefirió usar el acero como mecanismo de presión, antes de seguir insistiendo en que se saldrá del tratado”, agrega mi fuente desde el otro lado de la frontera.
Aunque aplicar la lógica no es lo mejor para entender las jugadas comerciales de Donald Trump, lo cierto es que sus cartuchos al parecer se están agotando. M