Clasificación hotelera

El libro Clasificación hotelera, editado por Trillas es el quinto que escribo y tuvieron que pasar 12 años de diálogos y controversias sobre la homologación de estándares de servicio y calidad en los procesos de hotería para verlo impreso. Éste marca la pauta de la visión generalizada para considerar a los « servicios de alojamiento » como una alternativa de selección cuando se viaja a diversos lugares, estados, países, culturas (factor diferenciador de gran peso) y costumbres.

En este libro se exploran los muchos detalles que integran la propia o inapropiada forma de aplicar una clasificación hotelera y cómo los grupos hoteleros se han visto obligados a emplear sus propios criterios y/o especificaciones para ofrecer una « guía confiable » sobre los estándares de calidad y comodidad que pueden encontrar en los afiliados.

Actualmente las estrellas que clasifican los hoteles son cada vez menos relevantes al momento de seleccionarlo, por lo que se prefiere la «marca comercial» del establecimiento por ser, en la mente del turista y/o huésped, una garantía sobre los niveles de calidad que ofrecen los hoteles de marca.

Es por este motivo que varios hoteles se han dado el lujo de autoclasificarse, otorgándose estrellas que no responden al nivel de calidad que ofrecen; otros han creado certificaciones especiales (autocertificado), por grupos o sectores, para tener «una señal» diferenciadora que les distinga entre los demás.

Por todo lo anterior, mientras siga existiendo la voluntariedad de la formalidad en los servicios, no se logrará un profesionalismo de las categorizaciones de los mismos; por lo que también se considera -y aborda en el libro- que la homologación en los criterios de clasificación hotelera será muy difícil de lograr, toda vez que los gustos, exigencias, necesidades y deseos de cada huésped, varian constantemente: la variedad seguirá en la diversidad del gusto de cada uno.