El final de un triste sexenio
El miércoles 8 de agosto de 2018 tendrá que ser recordado como el día en que se terminó el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Ayer, coincidencia que será sabroso alimento para los conspirólogos, fue declarado presidente electo Andrés Manuel López Obrador y Elba Esther Gordillo fue absuelta de las acusaciones en su contra.
El evento de ayer en el TEPJF es solo la formalización de lo que venimos presenciando hace un mes: López Obrador y su equipo actúan como gobierno desde el 2 de julio; nunca más claro que el martes, cuando las víctimas de la violencia en Ciudad Juárez le pidieron a Andrés Manuel, que hasta el primero de diciembre no mandará sobre ninguna fuerza policiaca o de institución de procuración de justicia, que encuentre ya a sus desaparecidos.
Lo de Elba Esther es la puntilla. El final, el triste final.
En febrero de 2013, apenas tres meses después de tomar posesión, la plana mayor de la Procuraduría que encabezaba Murillo Karam salió a dar una conferencia con gráficas de triangulaciones incluidas para anunciar que la líder del SNTE había sido detenida en el aeropuerto de Toluca. Celebró la oposición, celebraron los gobernadores que se reunieron con Peña Nieto como muestra de apoyo. Unas semanas después la popularidad del Presidente había subido seis puntos, según la medición de Roy Campos. La reforma educativa iba y fue.
Hace unos días, el encargado de despacho de la Procuraduría General de la República le dijo a Ciro Gómez Leyva que la PGR no está despedazada.
Ah, la realidad es necia.
El asunto más importante para el gobierno lo perdieron.
Solo una revisión minuciosa del expediente y la última sentencia por parte de expertos en la materia pueden responder con precisión las preguntas: ¿fue desde el principio que se armó un caso con alfileres y pocos fundamentos legales con tal de cumplir un objetivo político? ¿Fue en los años posteriores en que otros procuradores le quitaron atención y no lo defendieron frente a los tribunales? ¿Fue en esta última etapa cuando simplemente el Ministerio Público abandonó el caso? ¿No pueden, ni en los casos más importantes, triunfar frente a experimentados y conocedores abogados privados?
Por lo pronto, en lo político, en la historia del sexenio que ya terminó —sí, ya terminó—, este es el último gran fracaso. Construido de principio a fin por ellos.