PRIMER LUGAR EN CONCURSO DE OPOSICIÓN, SOÑABA SER PROFESOR
Valentín de los Santos Sánchez es originario de Santo Tomás Hueyotlipan, una localidad cercana a Canoa, Tepeaca, en el estado de Puebla, contó que fue en la preparatoria cuando descubrió su gusto por la docencia y enseñarle a los demás
Cuando Valentín de los Santos Sánchez era pequeño solía jugar a ser maestro. Sus alumnos preferidos eran sus hermanos, quien con paciencia y afecto le seguían el juego a este profesor en potencia. Ellos eran menores.
El originario de Santo Tomás Hueyotlipan, una localidad cercana a Canoa, Tepeaca, en el estado de Puebla, contó que fue en la preparatoria cuando descubrió su gusto por la docencia y enseñarle a los demás.
Ahora, a sus 22 años de edad y tras cumplir con su formación como docente en la Escuela Normal del Estado — recién se acaba de graduar; es generación 2018—, es reconocido como el de mejor desempeño y aplicación tras cubrir con el Concurso de Oposición para el Ingreso al Servicio Profesional Docente 2018-2019.
Él logró la posición uno entre los 7 mil 245 sustentantes que cumplieron con su registro de acuerdo con la convocatoria emitida en meses pasados.
“No me lo esperaba, pero creo que al final los números se dieron y estoy muy, muy contento de los resultados”.
Tras la asignación de 2 mil 113 plazas a docentes de nuevo ingreso en Educación Básica y Media Superior para el Ciclo Escolar 2018-2019, a Valentín lo adscribieron a la Telesecundaria María Montessori de Tlacotepec de Benito Juárez y de tiempo completo.
Respecto a la evaluación, dijo que le pareció más que complicada, laboriosa, por lo que “hay que tener los cinco sentidos bien puestos en el examen, porque no es nada del otro mundo. Personalmente no tomé una preparación específica, más que los cursos que ofreció la Secretaría (de Educación Pública en la entidad). Es algo para lo que nos hemos preparado desde hace cuatro años. Pienso que desde que pisamos la escuela normal estamos enfocados en que algún día va a llegar este momento y nos hemos preparado cuatro años para esto”.
Agregó: “Es un examen que nos mide las habilidades, tanto las capacidades intelectuales y específicas, como las competencias didácticas para la docencia”.
Reiteró: “Es un examen un tanto laborioso como complicado, pero al final es un examen que les evalúa todo lo que han estudiado y todo lo que se han preparado en la licenciatura”.
Señaló que a él le atraen las ciencias exactas y las naturales — matemáticas, física, química y biología—, por lo que está seguro que será en las que mejor desempeño alcanzará al momento de impartir clases.
Respecto a su vocación, refirió que ésta la tuvo “desde siempre. Creo que la mayoría de maestros cuando somos pequeños jugamos a enseñar a los más pequeños de la casa o demás, pero cuando estaba en la preparatoria, la UAP emprendió una campaña de alfabetización. Desde segundo semestre he estado en el tema educativo, primero alfabetizando gente y después en programas como el PAI que organiza la SEP, donde también he estado en los tres últimos años y es un tema que no es de hoy, sino que nació desde hace mucho tiempo y estoy muy contento de ser maestro”.
El Programa de Atención Intensiva (PAI) tiene como objetivo atender a los niños de segundo grado de primaria con mayores necesidades académicas y éste se imparte en un curso de verano.
A sus 22 años de edad es reconocido como el de mejor desempeño y aplicación
Logró la posición uno entre los 7 mil 245 sustentantes que cumplieron con su registro
Informó que él es el primer maestro de su familia. Además de que es el mayor de cuatro hijos, con quienes de pequeños jugaba mucho a la escuela.
“Recuerdo que cuando estábamos pequeños, en la casa de mis abuelos, yo era el maestro de todos. Pues ahora se ha vuelto una realidad y me siento muy contento”.
Abundó que esa satisfacción la comparte con el resto de sus familiares.
“Mi mamá está muy contenta y mis abuelos están muy contentos. Es un número que la verdad no lo esperábamos. De momento sí pensamos que quedara idóneo, pero es muy difícil o muy complicado soñar o pensar que nos vamos a quedar en el uno. Incluso en los diez primeros es muy difícil y desarrollar el primero es muy, muy (complicado). Estoy muy orgulloso y muy contento”.
Rememoró que cuando era el profesor en los juegos infantiles era un tanto enojón y regañón.
“Muy exigente… es lo que les espera a los niños”, sonrió.
Tiene muy presente que además de sus hermanos, ya estando él en la escolaridad, al primer grupo al que le enseñó fue uno conformado por personas de la tercera edad.
“Gente que pasaban de los 65 años y que no sabían leer ni escribir y aun así, con lo difícil que es que un adulto aprenda, tengo la satisfacción de que por lo menos su nombre sepan escribir. Creo que (eso) se te queda para siempre”.
Recordó que a algunas de estas personas se las llegó a encontrar. “Fue muy chistoso porque a los 18 años, a los 17, me los encontraba
en la calle y me decían maestro y a la fecha me los sigo encontrando y sigo siendo su maestro y es un orgullo, claro”.
Finalmente, contó que es muy aficionado al cine, a las películas y a aprender. “Creo que en la vida todo es aprender. Me gusta mucho aprender y, por ende, me gusta mucho enseñar”. Noveno sitio del concurso de oposición Leticia Michelle Cardeña Aguilar nació en la ciudad de Puebla y en su infancia, en sus juegos básicos, empezó a ejercer como maestra. Pero fue en la preparatoria cuando tomó una decisión: sería profesora.
“Era lo que yo jugaba, nunca lo pensé hasta que ya estaba en bachillerato. Cuando nos mandaron a hacer servicio social, en el último semestre, yo estaba en una primaria. Fue cuando ya sentí que era una vocación. Me gustaba mucho estar con los niños o con los jóvenes. A veces me tocaba en primaria, a veces en secundaria, y veía que me entendía con ellos y se me facilitaba el relacionarme con los niños, el enseñarles y de que prestaran atención. Todo ello, obviamente, me llevó a elegir lo que hoy soy”.
En este momento, ella ocupa la novena posición estatal en el Concurso de Oposición para el Ingreso al Servicio Profesional Docente 2018-2019.
“Fue un resultado que, la verdad, no me lo esperaba, pero sí fue muy satisfactorio para mí saber que logré este lugar”.
Insistió en que no lo esperaba porque la primera vez que aplicó el examen, aunque fue idóneo su desempeño, quedó ubicada en un lugar más alejado.
“El examen fue muy ágil. Se lanzó una convocatoria. Fui a realizar el papeleo. Todo fue sumamente ágil por lo que respecta a la entrega de papeles y ahí nos dieron ciertas fechas para poder cubrir con el examen de evaluación. Dada la fecha me presente a realizar el examen. Fue muy fácil el proceso para realizar el examen”.
Anunció que ella sí cumplió con una preparación previa para cumplir con la evaluación.
“En mi caso sí le dediqué tiempo para repasar un poquito. Más la revisión de planes y programas, así como diversos temas y durante el tiempo que uno está trabajando también se incluye que puedas estar estudiando (…) El examen en general sí fue cansado, complicado, porque se lleva sus horas, pero está muy enfocado en lo que se necesita para ser un maestro. Siento que sí todo va a acorde a… y sí fue cansado honestamente, pero dio muy buen resultado”.
Detalló que la valoración se dividió en dos partes, “la primera de tu materia, de tu área en general, en la que estás inmerso; y después fue educación general”.
Abundó: “Creo que fueron 125 preguntas de cada uno, no recuerdo muy bien. Fue ese proceso. Fueron tres horas a cada parte, un descanso y fue en mayo el examen”.
Indicó que ella estudió la Normal para Maestros con licenciatura en secundaria y la especialización en inglés.
Actualmente suma dos años de egresada y ocho meses de experiencia laboral en el sistema.
Explicó que ella es la primera de su familia que se dedica a la docencia y que su asignación le tocó en la Secundaria Federal número 10, que se localiza en Acatzingo. Por su desempeño logró le asignaran 15 horas laborales.
Finalmente, citó que ella actualmente vive y reside en la ciudad de Puebla, motivo por el cual ya verá cómo cubre su traslado a su nueva plaza.