¿Cuál es el rumbo en materia de adicciones?
México tiene ya presidente electo desde ayer cuando Andrés Manuel López Obrador recibió su constancia de mayoría y, con ello, oficialmente pudieran iniciar los trabajos formales de transición en el gobierno federal, por lo que nosotros en la materia que nos ocupa cada jueves nos preguntamos ¿cuál es el rumbo de las adicciones en México?
¿Acaso se concretará le tendencia evidente para legalizar el uso de la mariguana en nuestro país? ¿Qué consecuencias traería ello en la salud pública? ¿Se invertirá más en materia de prevención, educación e información de adicciones? ¿Qué políticas públicas emergerán tras los preocupantes resultados de la última encuesta nacional de adicciones 2016/2017? ¿Aumentarán los controles en la venta de alcohol, tabacos y fármacos de uso restringido para menores de edad? ¿Habrán de incluirse en los textos de primaria, igual que la sexualidad, temas de prevención de adicciones dirigidos a menores? ¿Aumentará la inversión pública y privada para los próximos años en materia de atención y tratamiento de adictos?
Para ser justos, debemos decir con toda claridad que el sexenio que está por terminar presenta resultados positivos en la Conadic, que en los últimos años ha dirigido Manuel Mondragón y Kalb, quien le dio un sentido más profesional, científico y de construcción de alianzas y sinergias entre diferentes sectores relacionados con la enfermedad de las adicciones.
Si bien es cierto, hay que reconocer los avances, estamos conscientes de que falta mucho por hacer en una enfermedad que en pleno siglo XXI sigue siendo tabú y, en ocasiones, motivo de estigmas sociales y juicios o discriminación hacia quienes la padecen, lo cual genera desinformación, temor y prejuicios para pedir ayuda ya sea para el paciente o para sus familiares.
En el tema de la mariguana, sosteniendo que nos mantenemos al margen del debate público, lo que es una realidad innegable es que ha aumentado el consumo y la potencial adicción con las reformas legislativas que aún no llegan al punto de la legalización y que algunos analistas prevén será en un par de años, por lo que desearíamos un debate amplio y profundo antes de seguir caminando en ese rumbo.
Actualmente, de hecho, cada vez son más jóvenes quienes defienden el consumo de esta droga bajo el argumento de que no es adictiva, cada vez su uso es más común y es una sustancia natural, justificaciones todas que se han analizado cada una y que han podido desmentirse con las propias estadísticas que indican que el uso y abuso ha aumentado, así como potencialmente el desarrollo de adictos a esta sustancia en el país.
Como especialista en adicciones y muy interesados en la profesionalización de tan importante tema de salud, estaremos atentos a saber cuáles son los programas y cuál será su prioridad en los planes de gobierno de la próxima administración federal.