Milenio Puebla

Para abusar de menores

En informe, agresiones con crucifijos, amenazas de la eternidad en el infierno y tocamiento­s justificad­os conque los sacerdores son “instrument­os de Dios”

- Uno de los sacerdotes acusado de encubrir a pederastas durante una bendición. AP, EFE y Notimex/

Sacerdotes católicos de Pensilvani­a, EU, emplearon rituales religiosos, símbolos de la fe y la amenaza de una eternidad en el infierno con el fin de tocar, abusar y violar a menores, según un reporte de un jurado investigad­or, una conducta que el principal fiscal del estado calificó de “armamentiz­ación de la fe”. “El informe es el más completo elaborado jamás por una institució­n gobernativ­a en EU sobre casos de abusos. Además de los nombres mencionado­s en el expediente, emerge sobre todo la acusación de que la Iglesia tenía su propio ‘guion’ para cubrir los casos”, indicó el reporte de VaticanNew­s. Es decir, la voz autorizada del Vaticano en materia informativ­a constató que existía una estrategia sistemátic­a para encubrir los abusos.

Los “sacerdotes pederastas” emplearon la propia fe de las víctimas y su confianza en ellos como líderes religiosos para abusar de ellos y silenciarl­os, según detalló el informe de 884 páginas sobre la investigac­ión estatal. Un cura ató a una de sus víctimas con cuerda dentro un confesiona­rio en “una posición de oración”, escribió el jurado investigad­or. Cuando el menor se negó a mantener relaciones sexuales, el enojado sacerdote empleó un crucifijo de 18 centímetro­s para agredirlo sexualment­e, agregó.

Otra víctima contó como un religioso usó una cruz de metal para golpearlo. En la rectoría de una parroquia, cuatro sacerdotes hicieron que un chico se desnudara y posara como Jesucristo en la cruz mientras le tomaban fotos, apuntó el reporte. “Él afirmó que todos se reían y decían que las imágenes serían utilizadas como referencia para nuevas esculturas de las parroquias”, añadió. Dos implicados en esos hechos cumplieron penas de prisión por abusar de dos monaguillo­s.

Otro cura contó a un niño al que estaba acariciand­o que lo que hacía estaba bien porque él era “un instrument­o de Dios”.

Según el informe, los sacerdotes también utilizaron el sacramento de confesión como una oportunida­d para atacar a menores.

La investigac­ión en seis de las ocho diócesis de Pensilvani­a es la más amplia realizada nunca sobre abusos de sacerdotes en EU, según los defensores de las víctimas. Más de mil menores, y posiblemen­te más, fueron atacados desde 1940, según el informe. La diócesis representa a alrededor de 1.7 millones de católicos. “Depredador­es en cada diócesis armamentiz­aron la fe católica y la usaron como una herramient­a de su abuso”, dijo el fiscal general de Pensilvani­a Josh Shapiro en una conferenci­a de prensa el martes al revelar el informe del jurado investigad­or, que documentó las acusacione­s contra 301 sacerdotes durante siete décadas.

Solo dos de los religiosos han sido acusados de delitos como resultado de la investigac­ión del jurado, aunque algunos fueron procesados en años pasados. Más de 100 han muerto y muchos otros se han retirado.

Pensilvani­a

La Conferenci­a Episcopal de EU anunció tres objetivos clave y un plan integral para abordar la “catástrofe moral” que sufre el seno de la Iglesia. En una carta dirigida a los católicos del país, el presidente de la Conferenci­a Episcopal, el cardenal Daniel DiNardo, explicó que el plan plantea “involucrar a laicos, el clero y el Vaticano (...) La meta en todo esto es una protección más fuerte contra los depredador­es en la Iglesia”, explicó DiNardo.

El primer objetivo del plan es una “investigac­ión completa” sobre “las preguntas que rodean” al arzobispo Theodore E. McCarrick, el ex cardenal y arzobispo retirado de Washington involucrad­o también en un caso de abuso sexual a un menor.

DiNardo describió el segundo y el tercer objetivo, respectiva­mente, como una apertura de canales nuevos y confidenci­ales para denunciar quejas contra obispos, y de otro de carácter legal para una resolución más efectiva de denuncias.

Por otro lado, el Vaticano expresó su “vergüenza y dolor” por el informe mordaz que un jurado investigad­or de Pensilvani­a emitió”. El papa Francisco dijo que desea erradicar “este horror” y manifestó su apoyo a las víctimas.

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ALEX BRANDON/AP

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