Seis escritores centenarios
La editorial entrega reconocimientos a familiares de José Luis Martínez, Juan José Arreola, Alí Chumacero, Pita Amor, Emma Godoy y Jorge González Durán
contribución a la cultura nacional.
En el caso de José Luis Martínez, señaló que es inevitable recordarlo por la capacidad que mostró para reestructurar financieramente al FCE y darle viabilidad editorial de largo plazo.
En la ceremonia, el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Otto Granados Roldán, felicitó a Carreño Carlón por su “estupenda gestión” al frente de la editorial del Estado mexicano.
Sobre los autores homenajeados, señaló si “es válido preguntarse si esta generación notable nacida en 1918 enriqueció la historia de la literatura mexicana y el catálogo del FCE, o si fue éste el que les dio cobijo editorial y la atmósfera intelectual apropiada” para destacar. “Da lo mismo: lo relevante es que hoy podemos seguir leyendo y disfrutando el trabajo de estos seis autores”, indicó el funcionario.
Al recordar a Chumacero, Carreño Carlón apuntó que tuvo el gran privilegio de ser editor del FCE en la época en que despuntaban Juan Rulfo, Carlos Fuentes y Rosario Castellanos, entre otros.
A Pita Amor la identificó como “una de las mujeres más libres del siglo pasado en todos los sentidos”, además de que la institución editó este año un facsimilar de su poemario DécimasaDios y su novela Yosoymicasa.
Sobre Emma Godoy, recordó que hace 50 años el FCE publicó Sombrasdemagia con un dibujo en portada de Leonora Carrigton, mientras que en 2005 editó su antología Cuentosdelmundo. Asimismo, este año abrió una sucursal con su nombre en Irapuato.
En el caso de Jorge González Durán, Carreño Carlón detalló: “Es un autor muy querido en nuestra casa editorial; a principios de los 60 colaboró en el área internacional y en 1988 publicó su título Desareno,precedidodeAnteel polvoylamuerte. El titular de la SEP recordó que el FCE nació en 1934, un periodo posrevolucionario convulso, en el que México aún no se había consolidado como país y cuyo discurso oficial “estaba envuelto entre el lábaro patrio, la mitología heroica, el nacionalismo y la desconfianza”.
“En ese contexto, los precursores del FCE vieron la necesidad de impulsar nuevas disciplinas académicas, más allá de los libros de economía iniciales, para apostar por áreas como sociología, política, historia, derecho, antropología, arte y literatura”.
El secretario de Educación también destacó la “tradición histórica, moral y política del asilo” practicada por el FCE, lo que permitió a la institución y al país beneficiarse de miles de españoles exiliados tras la Guerra Civil.
Comentó que Daniel Cosío Villegas amplió los horizontes del FCE hacia Hispanoamérica con la apertura de la sucursal del FCE en Buenos Aires (1944), Santiago de Chile (1954) y Madrid (1965).