El que no sobreviva pierde
Nuestra adicción al melodrama ranchero no tiene límites, y por eso ante las imágenes de la madriza en el clásico regio — cualquier cosa que eso signifique— los cronistas y analistas deportivos identificaban a los agresores como “inadaptados” o “pseudoaficionados” mientras le caían en montón a la víctima que ahora está hospitalizada, acotando que “tampoco debe ser una blanca palomita”, en una reflexión que solo puede ser comparada con el aún todavía más melodramático Tuca Ferretti, que frente a los hechos alegó que los vándalos deberían estar en el cementerio.
La verdad yo esperaba que el técnico siempre furibundo en vez de cementerio iba a decir “narcofosa en Veracruz”, pero veo que se está ablandando o, peor aún, humanizando.
Unos y otros comentaristas pamboleros apuntaban con particular sentido de sociológico que todo era culpa del ambiente de violencia y crispación que se vive en el país, por supuesto la impunidad para acabar de confirmar la generalización. Por alguna extraña razón no ahondaban en la responsabilidad de las secretarías de seguridad federales y locales, la policía que ante los hechos mejor se echó a correr, y mucho menos señalaban con agrios adjetivos ni a los equipos Tigres o Monterrey, ni a la Federación Mexicana de Futbol ni a la Liga MX, que cada año que se desatan esta clase de madrizas se hacen, y perdonen mi francés, fundamentalmente pendejos.
Esto, la verdad, no tiene solución, sobre todo porque a ninguna autoridad, deportiva o judicial, le interesa. Además, no creo que vayan a salir reconociendo sus errores como don Neto Zedillo, que acaba de reconocer su error al apostar por el prohibicionismo en materia de drogas. Aunque seguramente lo hizo nada más por molestar a Calderón y su
narcoguerra, y a mi licenciado Peña por su narcoguerra 2, causó consternación.
Como quiera que sea, si de veras les importara ese partido se habría suspendido hasta nuevo aviso.
Por eso hay que sacar provecho de la situación e instituir un deporte extremo, con apuestas valientes y toda la cosa, que sea como un nuevo clásico joven donde en una especie de circo romano, donde puedan enfrentarse las porras de Monterrey contra otros grandes humanistas del tolete como Toledo y Flores de Coyoacán. Por supuesto, haciendo retadoras con #LadyBat y #LordMaestroLimpio que golpearon a un vendedor de nieves en Satélite y los encargados de coordinar los tráileres con cadáveres en Jalisco que tanto espíritu justiciero le despertaron al góber Aristóteles.
El que no sobreviva pierde.