Por la boca murió el PES
¿Qué motivó que más de 11 mil personas firmáramos una petición para evitar que el Partido Encuentro Social se hiciera con la Presidencia de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados? Tres enunciados de su plataforma: 1) “Proteger la vida humana desde la concepción”, 2) “El reconocimiento del matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer” y 3) “La protección de la vida de manera transversal e institucional”. Es decir, su desacuerdo con el derecho de las personas a decidir sobre su cuerpo y con garantizar a las parejas homosexuales los mismos derechos que a las heterosexuales.
Se antojan principios incompatibles con la promoción de la cultura, entendida como campo que pone en juego las diferencias, constituye caja de resonancia para lo marginal y refleja la diversidad del país. Urgente era evitar que el PES ocupara esa posición cuando de ella depende no solo la presentación de iniciativas de ley relacionadas con los derechos culturales, sino la aprobación de proyectos con cargo a un presupuesto etiquetado que, en 2017, fue de mil 500 millones. No se antojaba factible que los apoyos a proyectos como el Muac, Soma, Casa Gallina, el Museo del Chopo y DocsMx, por ejemplo, sobrevivieran el filtro de un partido de raigambre evangélica que, además, no logró conservar su registro y debe su fuerza legislativa solo a los términos de su alianza con López Obrador.
Mucho se ha cuestionado que Sergio Mayer, cantante pop, actor de telenovelas, productor y protagonista del espectáculo Solo para mujeres y hoy diputado de Morena, haya quedado al frente. Concedo que se antoja poco probable que sea un experto en políticas culturales o que comprenda los problemas de ingeniería institucional que afectan al sector. Pero al menos proviene de un partido con el que coincide gran parte de la comunidad cultural —aun si no es mi caso— y a título personal ha abrazado ideas de avanzada. Más vale entonces un interlocutor legislativo dispuesto a escuchar que uno que no representa más que prejuicios enemigos del quehacer cultural.