Actividad del Popo, normal; no hay que temer: tiempero
Previo a la presentación de su libro “Lectores de la Naturaleza. Memorias de un hacedor de lluvia”, destacó que él es el único que tiene el don de hablar con Don Goyo
La actividad del volcán Popocatépetl es normal, no hay que temer. Nosotros no vimos su actividad antes de la Revolución Mexicana. No veremos tampoco la que seguirá y verán nuestros nietos y bisnietos quienes la vean, pero falta muchísimo para que el volcán “desaparezca”, afirmó en entrevista, Antonio Analco Sevilla, tiempero de Santiago Xalixintla.
Previo a la presentación de su libro “Lectores de la Naturaleza. Memorias de un hacedor de lluvia”, insistió en que solo “son señales de la naturaleza, pero no quiere decir que vaya a haber un daño, que nos vaya a afectar el “Popo”. Por eso digo que, la gente no debe tener miedo. Si fuera a pasar algo, Don Goyo me diría y yo le avisaría a la gente y de pueblo en pueblo para que no les pase nada”.
Lo anterior lo afirmó en el entendido de que “soy el único que tiene el don para hablar con Don Goyo, pues eso es ser tiempero. Y lo que sí me ha dicho es que hay que detener la tala. Todos los días se siguen cortando árboles, todos los días sacan esos árboles del bosque y necesitamos plantar más árboles y rápido, porque así nos acabamos el bosque”.
Asimismo, insistió en que, pese a ser un parque nacional y, por tanto protegido por las leyes federales, el volcán Iztaccihuatl, “sigue siendo atacado. Las autoridades no han hecho nada contra quienes cortaron árboles, hicieron una construcción de cemento y lámina en un lugar donde siempre hemos dejado ofrendas para la ‘volcana’. Todos sabemos quiénes lo hicieron, pero ninguna autoridad ha hecho nada”. Bombas vs Naturaleza Antonio Analco Sevilla recordó que “ya ahorita se debe estar viendo cuándo levantar la cosecha de este año, pero aquí en la ciudad de Puebla, en las siembra sí hubo daños por las bombas que lanzó Volkswagen”.
El tiempero de Santiago Xalixintla se refirió a las “bombas antigranizo”, que la armadora alemana lanzó este año, para impedir la caída de lluvias, argumentando que con ellas llegaría granizo que dañaría a sus autos formados en sus grandes patios, y que tenía permiso para hacerlo.
“Eso hizo que la lluvia que iba a caer en los terrenos de siembra no cayera y se fuera a otra parte. Por eso la milpa no se “llenó” fue poca agua y el maíz no se dio. Después, aunque llueva, ese maíz ya se perdió”.
Sin querer calificar el uso de las bombas de la empresa alemana, Analco Sevilla aseguró que el primer afectado fue el campesino que, “ya no va a tener ese maíz, pero a todos nos llega, porque ya verán a qué precio se pone el maíz; muy caro porque va a estar escaso”.
Analco Sevilla aceptó que el comisariado ejidal de su municipio, San Nicolás de los Ranchos, sí hace labor de reforestación, “pero hace falta más, mucha más en el Popo, porque si no hay árboles no hay lluvia, y si no hay lluvia no hay agua, y sin agua no va a haber maíz, no va a haber comida”.
Por su parte su esposa, Andrea Campos opinó que “actuamos” nomás pensando en nosotros, como si no tuviéramos hijos y como si ellos no fueran a tener hijos. Hay que pensar en los demás, hay que pensar en que todos comemos, no nomás nosotros”.