Crítica a lo nuevo de RunCoyoteRun
H ablar de Fox y de sus canales se ha convertido en una experiencia complicada. Estos señores ya no se comunican como antes.
Me queda claro que todo el tiempo están sacando cosas, la mayoría muy buenas, pero no avisan con tiempo. Nadie se entera.
Y no estoy hablando de un asunto de prensa. A usted le consta, como televidente, que ya no hay manera de darle seguimiento a sus contenidos.
Uno ve Los Simpson por costumbre y lo demás, quién sabe.
No sé usted pero yo estaba esperando, por ejemplo, desde hace meses, el estreno de la temporada dos de la serie mexicana Run Coyote Run en el canal FX.
¿Por qué? Porque es una serie extraordinaria, con grandes aportaciones y actuaciones de primera. Sí es algo que ameritaba un lanzamiento espectacular, cena- show- baile, alfombra roja, debates editoriales.
¡Y qué cree! Entre las repeticiones y la ausencia de publicidad, una noche, haciendo mis monitoreos, revisando el canal FX, me encontré con un capítulo que jamás había visto.
¡Me quise morir! ¿Cómo es posible que este título, orgullo de México, haya entrado como si el corporativo Fox no se hubiera gastado una fortuna en su producción? ¿Cómo es posible que todo ese equipo creativo se haya esmerado en darle seguimiento a esta historia y que nadie se haya tomado la molestia de celebrarlo? ¿Cómo?
Para que vea que en todas partes se cuecen habas. Para que vea que la crisis no es exclusiva de la televisión abierta privada nacional y panregional.
¿A dónde quiero llegar? A suplicarle que haga algo y que busque lo poco o mucho que queda por transmitirse de este material en FX o en la app de Fox.
Run Coyote Run es una joya del productor Gustavo Loza, el genio creador de otros cañonazos como 40 y 20, Los héroes
del norte y la película ¿Qué culpa tiene el niño?
Y Harold Torres (Gamaliel) y Eivaut Rischen (Morris), sus actores protagónicos, son la cosa más divertida de toda la industria del cable y de las antenas directas al hogar.
Ojo: Run Coyote Run es una serie sobre el muro, sobre la migración ilegal, sobre las tensísimas aventuras que miles de personas viven en la frontera entre México y Estados Unidos. ¡Pero en comedia!
Harold y Eivaut son como unos modernos Viruta y Capulina, como el gordo y el flaco del siglo XXI, como una versión corregida y aumentada de R2-D2 y C3PO pero con mucho más contenido, con mucha más integración.
Uno es el mexicano. El otro es el gringo. Y les pasa de todo, desde aventuras faranduleras con Cristian Castro hasta asesinatos y secuestros.
¿Me creería si le dijera que la otra noche estrenaron un capítulo donde el Ku Klux Klan se lleva a Gama para sacrificarlo y Morris se enrola para rescatarlo?
No sé usted, pero yo jamás había visto al Ku Klus Klan en comedia y el resultado fue prodigioso porque se cumplió con el objetivo de la denuncia pero, al mismo tiempo, todos los espectadores nos la pasamos increíble.
¿Ya la quedó claro por qué le digo que Run Coyote Run es una serie extraordinaria con grandes aportaciones y actuaciones de primera?
Y no le he dicho nada porque aquí hay material periodístico para dar y regalar, desde la presencia de Maya Zapata, la gran estrella de El secreto de
Selena hasta asuntos políticos, religiosos y más, mucho más. Luche por ver Run Coyote
Run los martes a las 22:30 por el canal FX. Hay repeticiones y también está la app de Fox. Vale la pena.
¿A poco no?
Crónicascoreanas
En todo el mundo hay centro comerciales y todos se parecen excepto en Corea.
Durante mi estancia en Seúl tuve la oportunidad de escaparme a un shopping mall conocido como COEX. ¡No sabe usted qué experiencia!
COEX es el centro comercial subterráneo más grande de Asia.
Sí es importante lo de subterráneo porque, como usted sabe, en Corea las estaciones del año son muy marcadas y cuando llega el invierno los fríos son tan crudos que muchas personas se refugian en espacios con excelentes sistemas de calefacción que se encuentran por debajo de la tierra.
COEX es uno de esos lugares y tiene tiendas de todo tipo, desde almacenes inmensos hasta pequeños locales con excentricidades pasando por cines, restaurantes, salas de exposiciones y un acuario monumental como para enloquecer de felicidad.
¿Cuál es la nota? ¿Qué tiene de especial este sitio ubicado en la meca del “Gangnam style”?
Que nosotros acá, en occidente, cuando vamos a un shopping mal, lo hacemos porque hay una tienda ancla, un lugar inmenso sobre el cual gira toda la actividad de ese espacio.
¿Sabe usted cuál es el ancla de COEX? No es una tienda, es una biblioteca.
La gente va ese sitio a leer, a pasársela bien con la familia y los amigos entre libros y actividades culturales.
¿Ahora entiende por qué estoy enamorado de Corea? El día que nosotros vayamos a un centro comercial a leer, estaremos del otro lado como ellos. ¿O usted qué opina?