Desorden, por desatender los planes de desarrollo urbano
Responder a las necesidades humanas, clave para lograr una ciudad “más incluyente y amable, este es el reto principal del arquitecto”
Afalta de orden y planeación, las ciudades jóvenes y áreas metropolitanas han crecido de forma muy desordenada, aseguró Nora Toscano, fundadora y directora del taller de arquitectura que lleva su nombre, en Monterrey, a pesar de que cada una cuenta con planes de desarrollo urbano. “Si hubiéramos respetado el plan 2000-2020 hoy la ciudad debiera ser otra, pero en algún momento nos perdimos. No logro comprender por qué se ha hecho caso omiso a estos planes y no se han respetado”, destacó.
Para Toscano, la arquitectura tiene un papel central en la recomposición de las ciudades y la gente que vive en ellas. “La arquitectura tiene que responder a las necesidades humanas. Si ponemos en primer lugar al habitante, a la persona que va hacer uso de cierto lugar, yo creo que podemos lograr una ciudad más incluyente y amable. Este es el reto principal del arquitecto en la actualidad”, porque la parte del diseño está muy bien resuelta “estamos a la vanguardia, usamos mejores materiales y, los clientes, ahora exigen más calidad”, destacó.
La arquitectura es una disciplina que toca muchos ámbitos de la vida cotidiana. “No solo creo que puede lograr un balance entre el bienestar económico, social y ambiental, estoy convencida de que es nuestra responsabilidad tomar esta tarea y resolverla”, argumentó.
Según la directora del taller de arquitectura Nora Toscano, históricamente los arquitectos se encargaban de hacer grandes obras basadas en la funcionalidad, que se mantenían en diálogo constante con los espacios públicos y privados. “Ahorita, de alguna manera, nos hemos concentrado únicamente en los límites de la propiedad que se nos asignan. Tratamos de hacer lo mejor que podemos, pero dejamos más de lado el respeto por otras personas y el espacio público”.
Dentro de las fuerzas que ejercen y tienen mayor dominio sobre el territorio, para Toscano los abogados hoy “son los que, al final del camino, pelean por lo que quiere un individuo y se olvidan de la comunidad, de la vida en sociedad, así como del papel que ocupa el espacio público en este contexto, que está al servicio de todos y no de unos pocos”.
Hacer ciudades más seguras e incluyentes basadas en un sentido humano requiere que los arquitectos retomen la escala humana para que, sin importar la estructura que se esté desarrollando, contemplen espacios de encuentro entre individuos en lugar de aislarlos. “Por ejemplo, en un edificio alto se tiene que diseñar porticados y más espacios abiertos, no esas bardas cerradas donde no pasa nada y hasta te pueden asaltar porque nadie te ve,” abundó.
Para que una ciudad no responda únicamente a los intereses económicos “debatir sobre los límites de propiedad será muy importante porque definen la calidad, el comportamiento y el estilo de vida de los habitantes”. Para la arquitecta se tienen que habilitar los espacios públicos para que funcionen como lugares de encuentro. No deben de quedar subutilizados.
Lo más importante del desarrollo de una ciudad, para Toscano, es la participación ciudadana. Los arquitectos tendrán mucha responsabilidad, pero una ciudad incluyente necesita escuchar todas las voces, “ellos son la cara y el corazón de las ciudades”.
Tal vez muchos no serán técnicos, pero “todos somos especialistas ciudadanos desde que nacimos, hemos vivido aquí y sabemos qué es lo que nos falta y necesitamos. Solo si nos involucramos todos lograremos resolver lo que se ha hecho mal y además, potenciar lo que se hace bien”, concluyó Toscano.
La importancia de estos puntos se discutirán en MILENIO Foros que trae el tema de Arquitectura. Esto se llevará acabo el día 25 en Monterrey, Nuevo León.