Acusan tala e incendios en Parque La Malinche
Falta de atención gubernamental, caza furtiva, incendios y tala clandestina, son algunas problemáticas que amenazan la conservación del Parque Nacional La Malinche, advirtieron integrantes de comunidades y pueblos Indígenas de la región Puebla-Tlaxcala.
Pese a que es un área natural protegida, acusaron que mafias organizadas se introducen en la montaña para extraer de manera ilegal recursos minerales. En un mes, los pobladores registraron hasta 12 incendios provocados por visitantes, lo que pone en riesgo al ecosistema.
Al conmemorar el 80 aniversario de la declaratoria del Parque Nacional La Malinche como área natural protegida, pobladores de comunidades indígenas de La Resurrección, San Miguel Canoa, San Juan Tepulco, San Pablo del Monte, San Pedro Tlalcuapan y Tepatlaxco de Hidalgo, exigieron a las autoridades de Puebla y Tlaxcala sumar acciones que contribuyan al cuidado de la montaña, considerada como la quinta más alta del país.
“Somos testigos de la tala clandestina, el saque de recursos minerales, como la arena, hay quemas inducidas, mafias organizadas y armadas de las cuales, las instituciones correspondientes encargadas de aplicar la ley tienen conocimiento, pero no aplican las leyes ni protegen nuestros derechos”, señaló Eribel Bello Cervantes, integrante del colectivo Yoloaltepetl.
Como parte de un manifiesto, los Colectivos Comunitarios de Puebla y Tlaxcala plantearon la creación de cuerpos de vigilancia comunitaria, la conformación de un consejo asesor enfocado al cuidado de la montaña. APauloFreire anuel Castells, el investigador, docente y autor contemporáneo-catalán por adopción- más reconocido en habla hispana (y traducido a varias lenguas) por sus aportaciones a la comunicación, al estudio del poder, al conocimiento de la era de la información y de la sociedad-red, así como a la problemática de la cuestión urbana, fue quien coordinó el debate “Globalización, Identidad y Diversidad Cultural”, efectuado dentro del “Fórum Universal de las Culturas, Barcelona 2004”, al que pude asistir y conocerle durante los actos, eventos, seminarios, conferencias, exposiciones, conciertos, danzas, multimedios y otras expresiones educativas, artísticas y culturales, celebrados en ese gran enclave como lo es Cataluña que, actualmente, sufre los embates del centralismo todavía franquista sustentado en la legalidad de un artículo pero no en la legitimación de un pueblo, como el catalán.
Hoy, Castells, analista de las sociedades latinoamericanas, nos señala: “Brasil está en peligro. Y con Brasil el mundo. Porque después de la elección de Trump, de la toma del poder por un gobierno neofascista en Italia y del ascenso del neo nazismo en Europa, Brasil puede elegir como presidente a un fascista, defensor de la dictadura militar, misógino, sexista, racista y xenófobo, que ha obtenido un 46 por ciento en la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Poco importa quién sea su oponente. Fernando Haddad, la única alternativa posible, es un académico respetable y moderado, candidato por el PT, un partido hoy desprestigiado por haber participado en la corrupción generalizada del sistema político brasileño”.
(Castells, M. “Carta abierta a los intelectuales del mundo”, “El País”, 10 de octubre de 2018).
Por su parte, Fernando Henrique Cardoso, ex presidente de Brasil (igualmente presente en el Fórum, coordinado en una parte por Manuel Castells), también nos comparte: “El resultado de la primera vuelta de las elecciones muestra un país barrido por un tsunami. Los políticos y partidos tradicionales se desmoronaron en las urnas. La percepción inmediata pone de manifiesto que los electores han votado por el miedo del crimen organizado -que ha aumentado-, del futuro de la economía -a la que le cuesta salir de la recesión provocada por el Gobierno de Rousseff- y del desempleo -que se ha estancado en un 13 por ciento-“.
También ha votado por la indignación ante la corrupción desvelada, principalmente, por el caso Petrobras, que expuso las bases podridas sobre las que se asentaban el gobierno y los partidos. Los “dueños del poder” -o los que presuntamente lo son- han sido objeto inmediato de la indignación. “Con ello, un oscuro parlamentario, el capitán retirado del Ejército Jair Bolsonaro, apoyado por un partido casi inexistente, el PSL (Partido Social Liberal), que fue autor de proyectos en defensa de su categoría profesional y que siempre ha votado en contra de la ruptura de los monopolios del Estado y en contra de las leyes de responsabilidad fiscal, aparece como victorioso”, (Eduardo Estrada, “El País”).
Con una clara visión, dice Leonardo Boff -ex monje franciscano, actual teólogo brasileño, y uno de los más importantes ambientalista y defensor de los Derechos Humanos y de la Madre Tierra- que: “René Girard (1923-2015), pensador y filósofo francés, el mayor sabio que he conocido en mi vida, que estuvo con teólogos de la liberación en Brasil en 1990, dedicó gran parte de su vasta obra a estudiar la violencia, especialmente la necesidad que tiene una sociedad de crear un chivo expiatorio (ver El chivo expiatorio, 1982)”.
“Mediante ese mecanismo del chivo expiatorio, la población es llevada a descargar la corrupción que está difusa y concentrada en los grandes corruptos y corruptores sobre las espaldas de uno solo, en el caso de Brasil lo es el PT: el Partido de los Trabajadores, con la finalidad de esconder la propia corrupción. Con ello, toda la sociedad pasa a olvidar a los reales corruptos, y a pensar que la corrupción está solamente en el PT, en el cual se descarga toda la rabia y el odio”.
“(…) En este momento, el chivo expiatorio es el PT y Lula (…) con el apoyo del aparato represivo del Estado, de buena parte del Ministerio Público -sin excluir a parte del propio Supremo Tribunal Federal de Brasil, de la clase media, y especialmente de los medios de comunicación privados, se hizo esta selección con respecto a la corrupción. Se le achaca al PT toda la culpa de los males actuales de Brasil, cuando los principales causantes se esconden tras el chivo expiatorio”.
“(…) Pero lo que verdaderamente está detrás del anti-petismo, bajo el pretexto de combatir la corrupción, es el odio al ex presidente Lula. Un obrero que logró llegar al centro del poder. La clase dominante y las oligarquías tradicionales, herederas de la mentalidad de la Casa Grande, jamás aceptaron que alguien de la Senzala llegase al Planalto )la meseta en que está construida Brasilia, el Gobierno de la Unión) ¿Cómo puede un pobre frecuentar el mismo espacio social que ellos: en la escuela, en la universidad, en los centros comerciales, en los aviones?”.
“(…) Ahora, ese odio, latente en las oligarquías, y asumido, en parte, por la clase media asustada, ha contaminado no sin ayuda de las iglesias neo-pentecostales televisivas a una parte de la población pobre (…) Aquí reside la raíz primera del anti-petismo. Hay odio y rabia reprimidos en personas que se dicen ‘de bien’ y se confiesan cristianas. Es un cristianismo meramente cultural, de fachada, pero éticamente anti-cristiano”.
“(…) El Sindicato de los Procuradores de Hacienda, relata que hasta el día 18/09/2018 han sido defraudados a Hacienda cerca de 450 mil millones de reales, particularmente, por las grandes empresas. En los últimos 10 años dejaron de pagar 1.8 mil millones de reales (10 reales equivalen a 52.50 pesos mexicanos), unos 480 millones de dólares. ¿No es la gran corrupción? ¿Quién va contra ella? ¿Qué hace el Ministerio Público y el propio Supremo Tribunal Federal de Brasil? (…) Rechazamos esta lógica del chivo expiatorio por ser selectiva, injusta, inhumana y profundamente anti-ética, como denunciaba siempre René Girard”. (Página de Leonardo Boff en Koinonía).