Ataque a casa del cardenal Rivera, por plagio o robo
Procuraduría de CdMx investiga si custodios incumplieron con el protocolo de vigilancia
Entre las líneas de investigación del ataque en la casa de Norberto Rivera están un probable intento de secuestro contra el cardenal emérito, dijeron a MILENIO autoridades del gabinete de Ciudad de México.
La procuraduría capitalina indaga por qué se relajó la seguridad del ex arzobispo primado de México la tarde del domingo en su residencia de la colonia Florida, alcaldía de Álvaro Obregón.
Ese día tres sujetos armados irrumpieron en la casa del cardenal emérito, dispararon contra los custodios y mataron a uno. Uno de los agresores fue ubicado en un hospital del IMSS, donde fue reportado gravemente herido.
Autoridades indicaron que la casa de Rivera Carrera debía estar custodiada por cuatro oficiales de la Policía Bancaria e Industrial (PBI) de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina.
Sin embargo, en el momento de la agresión la seguridad estaba a cargo de dos policías de guardia, quienes repelieron a los tres hombres armados.
José Javier Hernández Nava, uno de los policías, murió minutos después de la balacera, mientras que uno de los agresores, de nombre José G., está hospitalizado por heridas de arma de fuego y en calidad de detenido.
Según la indagatoria de la procuraduría, dos de los custodios salieron supuestamente para ir a comer, momento que aprovecharon los delincuentes para entrar a la casa del cardenal. Afuera, dos Es pertinente que el ex arzobispo presente una denuncia, consideró José Ramón Amieva camionetas los esperaban para escapar. El Ministerio Público trata de determinar si se violaron los protocolos de seguridad de Rivera. Otra línea apunta a un intento de robo a casa habitación, delito que se ha reportado en la zona.
Las ojivas y casquillos recolectados en la casa son analizados mediante el Sistema de Identificación balística (IBIS, por sus siglas en inglés) para saber si las armas están relacionadas con alguna carpeta de investigación.
José Ramón Amieva, jefe de Gobierno de Ciudad de México, consideró pertinente que el ex arzobispo presente una denuncia por el ataque; sin embargo, aclaró que “lo dejará a su libre albedrío”. Asimismo resaltó que el presunto culpable no ha dado declaraciones.
El mandatario capitalino afirmó que el único detenido por estos hechos será sujeto a un proceso de investigación y que la procuraduría ya inició una investigación de oficio por homicidio.
El policía asesinado durante el ataque fue sepultado este martes en el panteón municipal de San Vicente Chicoloapan, Estado de México. Al sepelio acudió el jefe de la policía capitalina, Raymundo Collins, y Sulma Campos Mata, subsecretaria de Participación Ciudadana y Prevención del Delito.