El híbrido Coco-Bond
Es un hecho, siempre hemos tenido un serio problema y la discusión anual de por qué los mexicanos celebramos Halloween, siendo que la conmemoración que nos corresponde históricamente sería el Día de Muertos. Pero, ¿saben qué? Está ocurriendo algo muy interesante y no hay forma de no voltear a ver al cine cuando hablamos de ello: gran parte del mundo está enamorándose más del Día de Muertos que nunca. Si bien es la versión que vimos en Coco y en cierta forma en Spectre del 007, está pasando.
Ahora, no nos empecemos a indignar como acostumbramos. Sí bien es cierto que el recuerdo de los que se nos fueron, que el rendirles tributo brindándoles lo que amaban en el altar, las flores de cempasúchil, vaya, todas esas cosas que tantos millones de mexicanos hacen año con año con tanto amor ahora están siendo replicados de manera más comercial en el mundo. Esto no quiere decir que no está llegando el mensaje. Y tampoco quiere decir que esto pueda quitarle de ninguna manera el valor a lo que pueda significar para los mexicanos.
Es más que obvio que la inversión que se hizo por parte del gobierno de Ciudad de México al reinventar el desfile del Día de Muertos por Reforma para Sam Mendes en Spectre no se iba a quedar ahí. Era una inversión turística a largo plazo, o al menos mediano. Y hasta ahora las cifras reportan que ha funcionado. Es muy vistoso, inspirado en lo original, rediseñado de manera enorme y proyectado al mundo. Ok, no es la cosa original al ciento por ciento, ¿pero en la cultura qué lo es? Finalmente, no es casualidad que todas estas fiestas, que acaban mezclando lo pagano con lo religioso respecto a la muerte, se den en las mismas fechas. Son interpretaciones. Nuestra labor es no olvidar el origen. La razón de ser de las tradiciones, y si podemos, quizá, estudiar un poco cómo han evolucionado a través de los años para rescatar lo más hermoso y valioso de ellas, que vaya que en estos días hay mucho.
No sé ustedes, pero las calaveras y los alebrijes que llenan Reforma no son precisamente tradicionales, pero son hermosos homenajes e interpretaciones de lo que nos conmueve de esta temporada. Y luego... luego viene el tema Coco.
Sé que Disney será muy cuidadoso con esto, pero hay ciertas películas que están tan bien hechas, investigadas y, sin duda, realizadas, que cuando tienen que ver con una temporada en particular se vuelven clásicos anuales de ellos. Lo podemos dejar claro con El extraño mundo de Jack (que Disney al principio consideraba demasiado macabra para promover y ahora es uno de sus grandes, grandes clásicos). En otros tiempos, seguimos viendo Los diez mandamientos año con año. No terminaríamos.
Pero tengo muy claro que Coco llegó para quedarse. Reitero, fue hecha con tanto amor y respeto que aunque estemos donde parece ser un delito la supuesta “reapropiación cultural” a mí no me podría quedar más claro que es un homenaje. Y uno bien hecho para el caso. Créanme, todas las tradiciones mutan. La cultura pop afecta, pero en este caso, mientras nunca olvidemos nuestro origen y amor por los nuestros, no creo que sea cosa mala necesariamente.
¿En serio?
¿A un día de recibir amenazas de muerte a modo de paquetes sospechosos en CNN, la vocera de Donald Trump ya está hablando mal de la televisora otra vez? ¿Y ahora le tocó a Robert deNiro? ¿Por qué me sigue sorprendiendo?