Marionetas de Salzburgo reviven a Hansel y Gretel
Ser titiritero implica un proceso largo de aprendizaje, porque su responsabilidad es dar vida a los personajes, explica el director
Para poder dar su primera función en el Teatro Juárez de Guanajuato en el Festival Internacional Cervantino, los integrantes de la compañía Teatro de Marionetas de Salzburgo tuvieron que pasar por una serie de peripecias, como mantenerse despiertos más de 40 horas debido a problemas y demoras en el aeropuerto. Aunque parezca increíble en pleno siglo XXI, hicieron 37 horas de viaje antes de pisar suelo guanajuatense.
Luego de descansar unas horas, con renovada energía presentaron la ópera HanselyGretel, basada en el cuento de los hermanos Jacob y Wilheim Grimm, con música de Engelbert Humperdinck y libreto de Adelheid Wette. La ópera se estrenó en 1893 bajo la dirección de Richard Strauss.
Así como las marionetas tienen su propio movimiento, el escenario en el que actuaron en el Teatro Juárez mostró características particulares: es circular y giratorio, lo que le permite a la compañía hacer cambios de escenografía que resultan espectaculares, como aquella en la que se reproduce un cielo estrellado. Esta propuesta artística la avala una tradición artística de Austria, que data de principios del siglo pasado, época en la población ya disfrutaba de las marionetas de madera de esta compañía, cuyo primer montaje fue BastiányBastiana, de Wolfgang Amadeus Mozart.
Niños y niñas que acudieron al recinto, lo mismo que jóvenes, adultos y personas de la tercera edad aplaudieron el trabajo impecable de Las Marionetas de Salzburgo, una de las últimas empresas en el mundo que monta con todo rigor este tipo de espectáculos.
Los personajes de Hansel y Gretel, sus papás y la bruja están elaborados en madera y cuentan con un complejo entramado de articulaciones que hacen posible que, al ser manipulados, semejen seres de carne y hueso. Cada marioneta es manejada con 12 hilos, los cuales pueden llegar a medir hasta más de dos metros. Para poder darles movimiento, se colocó un puente encima del escenario.
Philippe Brunner, director artístico y marionetista, habló en conferencia de prensa sobre la disciplina para lograr dominar este arte. Explicó que la movilidad se logra por medio de un control de madera, que permite un desplazamiento sin trabas.
El director indicó que “para sujetar la cabeza de la marioneta se utiliza un pequeño triángulo que permite a quien la maneja darle movimiento, girarla a la derecha, a la izquierda y de arriba hacia abajo. Lo mismo sucede con el resto de las partes del cuerpo, incluso se cuenta con un hilo que permite que las manos de la marioneta puedan aplaudir”.
Para poder ser parte de esta compañía, todos los integrantes han aprendido el manejo total, y funcionamiento de las marionetas, es tan preciso, que se tardan por lo menos de 6 a 8 años en dominar esta técnica.
“Cada titiritero, en cada espectáculo, tiene que aprenderse el papel que representa su figura y la historia, así como la música. Es él quien da vida y emoción al personaje. Cuando un joven entra a la compañía, tarda años en aprender el oficio”, enfatizó Brunner.
Para que se familiaricen con el trabajo de la compañía, los nuevos integrantes primero tienen que ayudar en los cambios de escenario y de luz. Más tarde se les asignan pequeños papeles, porque es muy difícil darles expresividad a los títeres. Implica un proceso muy largo de aprendizaje. “En nuestra era digital es gratificante ver cómo muchos niños y familias enteras disfrutan de los espectáculos para títeres, al ver las salas llenas se comprueba que la gente quiere descubrir y disfrutar de un espectáculo de esta naturaleza”, comentó el director, como ocurrió en la función del Teatro Juárez.