Sus inicios
Tras concluir con su aprendizaje en las aulas, Toxqui buscó su primera gran oportunidad en la UPAEP.
Mediante un concurso para fundar la Escuela de Baloncesto, la universidad encontró en Miguel al hombre ideal para llevar a cabo el proyecto.
Toxqui pronto comenzó a nutrirse de los distintos espacios y oportunidades que la institución le brindó a su paso.