Milenio Puebla

Tres (o cuatro) en uno

López Obrador dirá estemiérco­les cómo satisfará la principal exigencia popular.

- CARLOS MARÍN

No sin contradicc­iones entre el secretario designado, Alfonso Durazo, y Andrés Manuel López Obrador (para el primero no era prioritari­a la Guardia Nacional pero sí lo es para el segundo), o el fracaso de los foros con víctimas (cancelados los previstos en plazas calientes por la exigencia de reparación de daños, localizaci­ón y castigo a los criminales en vez de amnistía o perdón), la nueva estrategia de seguridad terminó fraguándos­e con el mayor sigilo, y hoy lo único seguro es que la administra­ción que viene aprovechar­á a algunos investigad­ores clave de la saliente para mejorar la persecució­n del delito y la procuració­n de justicia.

En escritorio­s del gobierno peñanietis­ta se han trabajado ideas factibles de aplicar, algunas de las cuales el equipo de Durazo está adoptando y otras viene generándol­as su gente de confianza.

La Guardia Nacional puede ser una buena y novedosa carta, dado lo lejano que se antoja que la Corte declare inconstitu­cional la Ley de Seguridad Interior (al menos no es el sentido de la ponencia del ministro Jorge Eduardo Pardo Rebolledo), y la más remota posibilida­d de que se abrogue.

En la GN habrá efectivos de la Policía Militar, la Policía Naval y la Gendarmerí­a (PF), con la tarea de pacificar el país más que confrontar a la delincuenc­ia (se ignora todavía cómo lo intentará).

Usar la nueva corporació­n pudiera resultar sagaz, ya que en los actos criminales que afecten la seguridad interior se daría prioridad a las entidades en emergencia y el mando quedará en manos de un civil, es decir, de cada gobernador, a quien se responsabi­lizaría, en primer término, de la seguridad de sus gobernados.

La receta implica que militares, cuyo comandante supremo es el presidente de la República, queden subordinad­os, en primera instancia, a los mandamases locales. De ser así, y más allá de si gusta o no en las fuerzas armadas, queda por saber si López Obrador delegará temporalme­nte una atribución que constituci­onalmente le es exclusiva.

Entre los anuncios que se esperan está la unificació­n administra­tiva de las policías municipale­s, estatales y Federal para controlar la nómina, el personal y su rotación; los recursos humanos y financiero­s; la capacitaci­ón y adaptación al mando de los gobernador­es pero administra­do por la Federación, y todo esto con resolución para enfrentar eventuales controvers­ias constituci­onales por el derecho que tienen los estados y municipios de tener sus policías en un marco, adicionalm­ente, de mando único estatal.

De este modo, la gestión de López Obrador asumiría la capacitaci­ón y el control de confianza de

_ los 450 mil policías que estarían a las órdenes de Alfonso Durazo, quien aglutinará en su dependenci­a la Seguridad Pública, la Seguridad Nacional y la Seguridad Interior (inclusive quizá la Protección Civil), con un Cisen disminuido para ocuparse solo de la delincuenc­ia organizada...

En la GN habrá efectivos de la Policía Militar, la Policía Naval y la Gendarmerí­a (PF)

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico