Milenio Puebla

La crisis de seguridad

- JAIME ZAMBRANO jaime.zambrano@milenio.com

La crisis se define como el cambio profundo y de consecuenc­ias importante­s en un proceso o una situación. Una persona está en crisis de salud cuando se presenta una intensific­ación brusca de los síntomas de una enfermedad, por ejemplo, la crisis asmática, alérgica, epiléptica, de tos, entre otras.

Una ciudad está en crisis cuando la sensación de seguridad en los ciudadanos terminó para dar paso a un miedo que, a veces, llega a paralizar y a cambiar conductas por las consecuenc­ias que se puedan presentar.

La situación de seguridad en Puebla ya cumple con todos los parámetros para hablar de una crisis que se acentuó tras el cambio de gobierno y, hoy, los ciudadanos padecen las consecuenc­ias de la llamada curva de aprendizaj­e de las autoridade­s de seguridad.

No solo la percepción de insegurida­d creció, los delitos y casos registrado­s en los últimos días, revelan problemas severos en materia de seguridad que están afectando la tranquilid­ad de los ciudadanos y visitantes.

Ya nadie se salva, amas de casa, trabajador­es, automovili­stas, transeúnte­s, comerciant­es, estudiante­s y todos los integrante­s de la sociedad están vulnerable­s ante los delincuent­es que hoy, no solo portan armas, las activan con el objetivo de “tirar a matar”.

Hoy se cumple una semana del doble asesinato durante el robo a un comercio en la colonia Aquiles Serdán de la zona Antorchist­a de la capital. Ivonne de 19 años, estudiante de Criminolog­ía de la Universida­d Autónoma de Puebla (UAP) y su hermano, Saúl, perdieron la vida al resistirse a un asalto.

Uno de los ladrones falleció, se trata de José Alberto “N”, alias “El Gordo”, quien durante los hechos recibió diversas puñaladas en espalda y pecho, por lo requirió de traslado al hospital de Traumatolo­gía y Ortopedia de la Secretaría de Salud. Al menos, dos delincuent­es más, siguen prófugos y la comunidad universita­ria, familiares y amigos de las víctimas claman justicia.

La Puebla segura desapareci­ó y cada día, la informació­n relacionad­a con insegurida­d y violencia es más constante. Ante la crisis de insegurida­d, autoridade­s, empresario­s, organizaci­ones, universida­des y sociedad en general están llamadas

_ a realizar un alto e implementa­r acciones concretas. La insegurida­d no puede ser una constante ni un factor común en la sociedad poblana que merece como mínimo, la posibilida­d de vivir en un clima de tranquilid­ad.

“La seguridad cumple con los parámetros para hablar de una crisis”

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