Que
hablando de la lideresa, vaya polvareda que levantó con su “anuncio” de que Donald Trump ya había confirmado su asistencia a la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador, pues a la fecha se sabía, como se sabe hoy, que será el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, quien asista.
Las reacciones para negar la especie del equipo del Presidente electo, del republicano Larry Rubin y de la embajada de Washington obligaron a la dirigente a retractarse, vía Twitter, primero corresponsabilizando a los medios, después aclarando que no toca a ella confirmar asistencias.
No aprendió nada del resbalón de Loretta Ortiz, la colaboradora de AMLO que en julio pasado anunció en falso la aceptación del papa Francisco a participar en los foros de paz.