¿Abusos en los grupos de AA?
La semana pasada leí una nota de un periódico americano en el que denuncian la preocupación de la oficina central de AA en Nueva York, por escándalos recientes de violaciones y abusos en algunos grupos de parte de miembros, de muchos años de abstinencia, hacia mujeres recién llegadas, lo cual me hizo pensar en el famoso paso 13, del cual en el cliché extraoficial se habla en el argot de esta organización.
El programa que por más de 83 años ha salvado millones de vidas de alcohólicos y adictos en el mundo, consta de 12 pasos de recuperación a los que los AA contemporáneos han añadido uno fuera de protocolo y que le llaman paso 13: no involucrarse en pareja o relaciones afectivas entre compañeros de grupo.
Sí, soy un defensor de los principios de AA y de los grupos oficialmente establecidos y por eso creo que es poco ético generalizar que, por algunos casos, deba alertarse sobre esto como una realidad y mejor hablar de los beneficios para millones de personas en tantas décadas, y exhortar a las autoridades que los regulan a obligarlos a reunir los requisitos de operación, que en México es la Norma Oficial Mexicana 028, además de imponer en la autonomía de cada organización la leyenda que sugiera que no deben mezclarse asuntos personales, relaciones emocionales o afectivas, negocios o todo lo que esté ajeno al programa de recuperación.
Es claro que no solo entre adictos y alcohólicos la enfermedad tiene muchas facetas y que en todos los grupos hay buenos y no tan buenos o algunos más enfermos que otros, pero nadie puede negar los beneficios de la organización mundial, como tampoco puede atribuirse que estos delitos que también suceden a menudo en otros ámbitos, sean propiciados por una agrupación noble y generosa.
Tocará a los custodios de grupo, a las consciencias y servidores, hacer que se cumplan los objetivos y mantener las puertas abiertas para seguir salvando vidas. Lamentamos, sin duda, que se presenten
_ incidentes penosos que manchen una organización mundial tan eficiente y nos lleva a pensar en cuidar el patrimonio axiológico y de salud que nos dejaron los viejos veteranos de AA.
“Soy un defensor de los principios de AA y de los grupos establecidos”