Esperando a Carvalho
Avanzan los días y 57 pueden ser pocos. Los que restan para que los lectores asiduos al género negro se adentren en un nuevo episodio del célebre Pepe Carvalho, detective nacido de la imaginación del gran escritor catalán Manuel Vázquez Montalbán (1939-2003) y que producto de un acuerdo poco frecuente en los ambientes literarios será renacido por Carlos Zanón.
Practicante del mismo género, también barcelonés, fue Zanón (1966) quien editores y herederos de Vázquez Montalbán escogieron para la continuación del vigoroso y ya añejo acervo que tanto aportó a la renovación y proliferación de un género de larga tradición. Imposible desconocer la influencia que autor, personaje, tramas y ambientes dejaron en los novelistas emergentes, Zanón incluido.
A 57 días para que el 15 de enero del próximo año salga a la venta Problemas de identidad, que según adelanta el autor abordará los dilemas del ser catalán o español, trance exacer- bado en los tiempos recientes, bien podríamos ocuparnos en la lectura y disfrute de Taxi, la novela más reciente de Zanón. Novela ya de varias reimpresiones y elogiada de manera generalizada.
En Taxi, un conductor barcelonés llamado Sandino se enfrentará a los males de las grandes ciudades. Hipócritas bondades “de puertas afuera” y mentiras, maldades y disimulos “para adentro”. Novela que lleva a quienes no la conozcan o la conozcan poco, a una Barcelona de pies a cabeza, “de aquí para allá, como un puñetero taxi”.
En pleno “estancamiento del proceso de independencia” y “en las tripas negras de Barcelona”, Sandino tiene una encomienda. Cumplirla lo expondrá por completo. Por fuera y por dentro, y es que, “en la noche embriagada de posibilidades”, sabe que para ser otro “solo es necesario serlo, no parecerlo”. Así Sandino: en su soledad y al volante, en una Barcelona “donde nada sucede y, de repente sucede todo”.
_ Buen ejercicio de espera. Leer Taxi en el curso de estos días, antes del regreso a escena del detective Carvalho, aunque la velocidad de sus experiencias nos hará terminarla pronto.