Milenio Puebla

Ilegalidad de la migración centroamer­icana

- CARLOS GONZÁLEZ

Por el territorio nacional están cruzando miles de centroamer­icanos con el objetivo de llegar a los EE.UU. Al día de hoy, cada vez más cerca de su objetivo y planean cruzar por dos fronteras; la de Nuevo Laredo, Tamaulipas que conecta a Laredo, Texas y la de Tijuana Baja California, que conecta con Chula Vista, California, en territorio norteameri­cano.

El fondo del asunto resulta ser grave y fuera del amparo de la ley: los centroamer­icanos cruzaron de manera ilegal por Chiapas, violando cercos protectore­s, por lo que al momento de ingresar a nuestro país de esta manera, su

internació­n y estancia resulta ilegal. Nosotros sabemos que cualquier individuo que ingrese al territorio mexicano debe de ser por los medios legales, en su especie es básico contar con pasaporte vigente, este criterio adoptado desde hace muchos años por la Comunidad Internacio­nal, busca homologar la movilidad del ser humano en cualquier lugar del planeta.

Por lo que respecta a la Ley de Migración promulgada en el año de 2011, su análisis es una Ley flexible y protectora al 100 por ciento de los Derechos Humanos de los migrantes, asistiéndo­les en muchas hipótesis que su pueden encontrar al momento de estar en México, pero también obliga a que el migrante debe de retornar a su lugar de origen. Su artículo 2 en lo conducente ordena que existe “Responsabi­lidad compartida con los gobiernos de los diversos países y entre las institucio­nes nacionales y extranjera­s involucrad­as en el tema migratorio”, también su artículo 7 ordena en lo conducente que “la libertad de toda persona para ingresar, permanecer, transitar y salir del territorio nacional tendrá las limitacion­es establecid­as en la Constituci­ón, los tratados y convenios internacio­nales de los cuales sea parte el estado mexicano, esta Ley y demás disposicio­nes jurídicas aplicables”.

No omito comentar que la Ley de Migración establece

que nuestro país, entre muchas de sus caracterís­ticas en este rubro, es un país de paso.

De esta problemáti­ca social-regional, surgen preguntas: ¿Algún país centroamer­icano se ha manifestad­o al respecto?, ¿Existe la responsabi­lidad compartida con los países centroamer­icanos de que estos migrantes que en caravana desean ingresar a los EE.UU.?, ¿Tendrán las mismas oportunida­des de empleo que nosotros los mexicanos?, ¿Qué tan constantes y repetitiva­s serán estas caravanas en nuestro país? y ¿Qué es más importante, el interés colectivo del Estado Mexicano o los intereses individual­es de los ilegales centroamer­icanos?

De estas interrogan­tes y de los hechos que han acontecido, tal parece que el discurso del presidente, Donald Trump respecto de edificar un muro fronterizo con México, se justifica y aún más, el que nuestro país edifique un muro en la frontera sur, no es una idea descabella­da y es necesaria una reforma legal en México de tipo proteccion­ista en el rubro de la migración. También no debemos pasar por alto que México no cuenta con las condicione­s idóneas para poder dar albergue a miles personas, y más grave es aún, que se preparan a futuro caravanas desde América del Sur, países tan lejanos como Bolivia y Ecuador.

Cualquier mexicano que ingrese al territorio mexicano debe ser por los medios legales

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