Thanksgiving. Un festín de Gracias ¡delicioso!
Hoy es la celebración estadunidense que cada vez cobra más fuerza en México por su simbolismo. Aquí nuestra guía de qué hacer, cómo festejarlo y cómo preparar los platillos
El Día de Acción de Gracias, también conocido como Thanksgiving, es una de las festividades estadunideses que cada vez más encuentran un lugar en México. El día, que se celebra el cuarto jueves de noviembre, sirve como recordatorio de que Estados Unidos es un país formado por migrantes y suele ser incluso más importante que la Navidad.
Esta fecha conmemora la cena que los peregrinos ofrecieron a los miembros de la tribu Wampanoag en 1621 como agradecimiento por la ayuda para mejorar sus técnicas de cultivo y caza. Un año antes, los peregrinos, que habían escapado de la persecución religiosa en Inglaterra, vieron cómo muchos de sus compatriotas murieron debido a la escasez de comida en la nueva tierra. De ahí que su nombre sea Día de Acción de Gracias.
Esa es la historia oficial. La que narran los descendientes de aquella tribu nativa es totalmente diferente, pues aseguran que en realidad la cena es un vestigio de las celebraciones que hacían los colonizadores luego de masacrar las villas de los diferentes asentamientos Wampanoag, que se ubicaban en lo que hoy es Connecticut, Massachusetts y Nueva York, de acuerdo con la revista Smithsonian. Por esta razón, los nativos americanos conmemoran el Día de Acción de Gracias en honor a todos los que murieron durante los primeros años de Nueva Inglaterra.
El Día de Acción de Gracias no fue una fiesta oficial hasta 1863, cuando el presidente Abraham Lincoln estableció que sería el cuarto jueves de noviembre.
Aunque comúnmente se sirve pavo horneado, salsa de arándanos, ejotes y papas al horno, puré de papa o camote y pay de calabaza, manzana o nuez, todos ingredientes de temporada, los archivos históricos registraron que aquella cena realizada en 1621 los invitados pudieron disfrutar de platillos hechos con ganso, langosta, bacalao y venado.
El pavo
El origen del pavo como plato principal se desconoce. Mientras algunos tienen como refe-
rencia una carta escrita por uno de los peregrinos que estuvo presente en la cena y en la cual relata cómo los asistentes participaron en una caza de pavo antes de que se sirviera la comida; otros aseguran que el pavo era una opción natural para alimentarse dado que la especie es nativa de Estados Unidos.
Actualmente, la cena de Día de Acción de Gracias se convierte en una oportunidad para las familias estadunidenses de reunirse y agradecer por lo que tuvieron en el año y la decoración se basa en calabazas color naranja y pequeñas, follaje que va del amarillo al rojo y pavos vestidos de pilgrims.
Los eventos alternos
Algo que no puede faltar en Thanksgiving son los tres partidos de futbol americano que se realizan durante el día y que siempre involucran a los Leones de Detroit, pues fue a petición del dueño del equipo que desde 1943 se televisara el juego y el desfile organizado por la tienda departamental Macy’s. Éste, inició en la década de los 20, cuando los empleados recién llegados de Europa decidieron celebrar la fecha a su manera.
Un día después de agradecer por lo que trajo el año, los estadunidenses abarrotan los centros comerciales en uno de los eventos comerciales más populares y esperados: Black Friday.
La receta del pay
Para Mariana Alfarache, chef del restaurante Lalo!, la parte más importante de toda la cena es el pay de calabaza: “Así ha sido en casa de mi abuela desde que soy pequeña, esloprimeroqueaprendíhacerde cocina, a los seis años”.
Base: 1 taza de harina, ½ cucharadita de sal, 4 a 6 cucharadas de agua con hielo, 2/3 de taza de manteca. Instrucción: Realizar la mezcla. Dejar reposar 30 minutos y extenderla con un rodillo.
Relleno: 2 tazas de calabaza cocida, 1 lata de leche evaporada, 2 huevos, 3 cucharadas de mantequilla derretida, ¾ de taza de azúcar, mitad mascabado y mitad blanca. Al gusto canela, clavo en polvo, jengibre y nuez moscada y ½ cucharada de sal. Instrucción: Exprimir la calabaza con las manos para quitar el exceso de agua, batir con la leche evaporada, los huevos, la mantequilla, el azúcar, las especias y la sal, vaciarlo en el molde, hornear a 190 grados, durante 50 minutos o una hora. Servirlo con crema batida.