La mujer multiorgásmica
El libro de Mantak Chia y Rachel Carlton Abrams, La mujer multiorgásmica, sigue rifando aunque se publicó en 2003. Espero que en estos 15 años hayan sido muchas las mujeres que se beneficiaron con el multiorgasmo, porque es de los más grandes placeres que se pueden experimentar.
A diferencia de la idea superficial del sexo, el orgasmo está sobrevaluado; nos hace mucha falta hablar a detalle de él para poder entender qué se necesita para alcanzar niveles superiores en la práctica erótica y qué sensaciones implica.
Para sus autores, existe la “huella dactilar sexual”, algo propio de cada persona, único, influido por cada historia de vida erótica, reacciones bioquímicas, la cultura en que se vive y otros aspectos que marcan patrones orgásmicos. Es de enorme importancia conocer esta identidad sexual para poder reconocer, impulsar y gozar la llegada del clímax. No es lo mismo tener encuentros maratónicos, sostener la erección dos horas o ejercer diariamente el cachondeo. Eso es la manera en que administramos nuestro deseo. Con multiorgasmo nos referimos a alcanzar niveles diferentes de excitación y de placer. De la posibilidad de abrir puertas hacia un gozo supremo que no sabíamos que existía en nuestro interior.
No hay un modo “correcto” de vivir la sexualidad, señalan los escritores. Lo que sí hay son técnicas que pueden ayudar a incrementar esa dosis de paraíso que tenemos cuando unimos nuestro cuerpo al de otra persona o nos decidimos a explorar el propio. En el ejemplar( disponible en libre rías) se explican de tal manera que no es aburrido ni incomprensible llevarlos a cabo.
Es cuestión de práctica también. De sensibilidad ante cambios mínimos en lo que se siente. Creatividad para innovar en la cama, además de mucha enjundia para cambiar nuestro mundo sexual. El resultado puede ser fenomenal y acercarnos al bienestar. ¿Quién se anima a intentarlo?