Abc del populismo
Me recomienda Rafael Pérez Gay ¿Qué es el populismo?, de Jan-Werner Müller. Muy buena recomendación. Profundamente crítico de eso, el populismo, una categoría que debemos seguir usando pese a la andanada de corrección política que pretende descatalogarla, Müller hace una disección lúcida de los rasgos distintivos de una oleada planetaria que no hemos terminado de entender, y para hacerlo refuta con mucha inteligencia algunos supuestos habituales en los análisis antipopulistas. ¿Qué distingue a los populismos? Primero, su carácter “antielitista” pero también “antipluralista”: son los únicos representantes del pueblo, y “moral”: el pueblo es una entidad homogénea que nunca se equivoca, en contraste con la inmoralidad del poderoso: fifí. Segundo, constituir una “representación simbólica” del bien común, es decir, una representación no verificable, de la que se derivan políticas concretas que por ese sustento simbólico no son refutables empíricamente: son invulnerables. Enseguida, la pulsión referendista: los líderes populistas hacen consultas sin interrupción, con el detalle de que esas consultas no son un camino hacia la participación, sino “a reafirmar lo que ya han determinado que es la voluntad del pueblo real”.
Pero tan importante resulta entender lo que el populismo es, como lo que no. Müller invita a no pensarlo como una patología de la democracia causada por ciudadanos furiosos, irracionales, frustrados, un vicio argumentativo que en efecto cancela la comprensión del fenómeno. Tampoco son los populistas una amenaza contra el “liberalismo”: son una amenaza contra la democracia, dicho lo cual, añade, es importante escucharlos e interpelarlos: entender los problemas que plantean, lo que implica cuestionarse a fondo los problemas del sistema de representación y entender las necesidades reales, profundas, de su votante.
Sí: ¿Qué es el populismo? debería ser libro de texto. Porque Müller se concentra en Chávez, Trump y Berlusconi, pero, entenderán, la lista, en México, podemos engrosarla.
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Al populismo lo distingue su carácter “antielitista” pero también “antipluralista”
He celebrado antes la buena salud de las editoriales independientes. Este libro se lo debemos a una: Grano de Sal. Es de 2017. Merece muchas reimpresiones. Ahora más que nunca.