Denise y los agoreros del desmadre
Estaba yo en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara entrando en la sala donde mi querido Fernando Rivera Calderón presentaría el gran libro del maese Juan Villoro llamado Vértigo horizontal (un viaje muy viajoso por la entrañas laberínticas y salvajes, exuberantes y conmovedoras de Ciudad de México), cuando un señor ante la imagen de Denise Dresser promocionando su libro le pidió a una de las edecanes que si podía echarle incienso al local para exorcizar cualquier mal espíritu que la analista pudiera haber dejado por ahí.
Me pareció un poco exagerado. Ya luego supe (pude constatarlo porque conseguí entrar a esa conferencia) que durante su participación sobre el libro de Laurence Debray, hija de Regis Debray, encarnó uno de los grandes mitos echeverristas: el agorero del desastre frente a la Cuarta transformation.
Me sorprendió el entusiasmo fiero y la voluntad incendiaria sobre algo que realmente todavía no existe. Algo que se puede ver en redes sociales en su porción más extrema, llevada a la realidad. Debo reconocer que sí daba un poquito de terror. Era una hater. Y no está mal serlo, pero viniendo de alguien que tendría que anteponer la reflexión antes que el hígado por la naturaleza propia de su oficio, era raro, por decir lo menos.
Quizá había sido contagiada por el texto de la Debray que, traumatizada por sus padres en efecto revolucionarios y comprometidos con la causa guerrillera en América Latina, en vez de tomar una terapia lacaniana, escribió un volumen que le dice quítate que ahí te voy al más pintado de los anticomunistas de Miami.
Me temo que por alguna extraña razón doña Denise, a quien de ninguna manera se le puede escatimar su inteligencia, ha querido protagonizar esta oposición un poco neuras, instalada en la lógica del mercurio retrógrado, que tambo._
pretende defender a la democracia de unsupuestoautoritarismoconotraformadeautoritarismo.
En vez de agoreros del desastre necesitamos agoreros del desmadre.
Como con el Padrote Padrés, que justicieramente saldrá del
Me sorprendió el entusiasmo fiero y la voluntad incendiaria sobre algo que todavía no existe