Pablo Ruiz

“El gobernador que logró darle viabilidad a un elefante blanco”

Aun l final, valió la pena el “sacrificio” de ser postulado para

periodo de dos años como gobernador, y si fuera el candidato para seis años, también ganaría la elección, con todo y el “tsunami” lopezobradorista.

Si alguien tenía el mayor consenso entre los sectores de la sociedad poblana era Tony Gali Fayad, que con singular personalidad, ganó mayor aceptación, o haría diferente a su antecesor.

Dos años son pocos para un estado como el de Puebla que a la medida que se desarrolla, enfrenta nuevos retos, por complicadas que sean las dificultades, como la inseguridad pública.

Los resultados hablan por sí solos, como lo destaca el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa, a pesar del periodo tan corto de dos años de gobierno.

Gali Fayad fue el primer gobernador ciudadano sin partido, pero con un profundo compromiso, que asumió la gubernatura y dispuesto siempre a continuar el proyecto político.

Con larga experiencia en la función pública, ocupando diferentes cargos en los tres niveles de gobierno, Tony demostró la capacidad para tender puentes, favorecer las inversiones y darle gobernabilidad al estado.

Fácilmente, el mandatario poblano podría pasar a la historia política como el gobernador de la reconciliación y la apertura, al lograr la distención política en la entidad, particularmente con la excarcelación de dirigentes sociales que se autoproclamaban “presos políticos”.

Si bien logró mantener la tendencia al alza con la llegada de capital nacional y foráneo, fue el gobernador que logró darle viabilidad a un “elefante blanco” en que se ha había convertido el frustrado “puerto seco”, el pretendido centro multimodal mejor conocido como “La Célula”.

Con la mejor carta de presentación por las obras de infraestructura de trasformación del estado, en el gobierno que le antecedió, Tony Gali continuó con proyectos, como las extensiones de las líneas de Ruta, así como otros programas sociales, incluidos los realizados por la presidenta del patronato del Sistema Estatal DIF, Dinorah López de Gali.

Como poblano, y reportero con suerte, conservo como un recuerdo grato mi encuentro, en noviembre de 2016, por obra de la casualidad, con el entonces gobernador electo y su esposa, en uno de los edificios emblemáticos de Girona, en la región de Cataluña, al norte de España.

“Gali fue el primer gobernador ciudadano sin partido”